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martes, 2 de octubre de 2012

¡Gracias, Mario Trejo!




Labios libres     



Al cabo de las tierras y los días
de horarios y partidas y llegadas
y aeropuertos comidos por la niebla
enfermo de países y kilómetros
y rápidos hoteles compartidos

Luego de esperas
prisas
y rostros y paisajes diferentes
y seres encandilados por el olvido
o abiertamente besados por la vida

Después de aquella amada
y esa otra apenas entrevista
mujeres cogidas por mi soledad
y ahogadas por las bellas catástrofes

Luego de la violencia y el deseo
de comenzarlo todo nuevamente
y los errores
y los malentendidos cotidianos
y los hábitos torrenciales del trópico
y noches acariciadas por el alcohol
y tabaco fumado con tanta incertidumbre

Al cabo de un nombre que no me atrevo a decir
y de alguien que yo llamaba Irene
de cierta voz
cierta manera de clavar los ojos
al cabo de mi fe en el entendimiento de los hombres
y en el corazón de ciudades y pueblos
que nunca sabrán de mí

Luego de tanta tentativa de huirme o enfrentarme
y comprender que estoy solo
pero no estoy solo
al cabo de amores corroídos
y límites violados
y de la certidumbre de que toda la vida
no es más que los escombros
de otra que debió haber sido

Al cabo del hachazo irreparable del tiempo
sólo puedo blandir estas palabras
esta obstinación de años y distancias
que se llama poesía.

(Nos dejó el 13 de Mayo de 2012, y un poema tan hermoso como el que cito más arriba, que escribió para mi, acaso sin saberlo del todo)

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Pyramid

Piramide - The Alan Parsons Project


Hacia 1978, casi la única música que escuchaba era The Beatles. Por alguna razón que todavía no entiendo, mi hermano me dijo que comprara un disco que se llamaba Piramide, de The Alan Parsons Project.

Fui, entonces, a la disquería Don Disco, en la calle O´Higgins, casi 9 de Julio, y el señor Don Disco (un muchacho algo pelado, de bigote intenso, con voz gruesa), me miró, y -yo supongo-, pensó que iba a pedir Hey Jude o Abbey Road. Pero no. Le pregunté, casi tímidamente, si conocía Pyramid, y si podía escuchar un poquito los temas.

A esa altura yo era casi un cliente de la casa, y había comprado desde Please, Please me hasta Rubber Soul consecutivamente. El tipo me miró medio raro. Pero me dió el disco, y con sus dedos delicados, sacó el vinilo negro de su sobre transparente y lo puso con total delicadeza en una bandeja que no se parecía ni un poco al Winco que sería su destino final en casa.

Mientras Don Disco iba pasando un poco de cada canción, mis manos recorrían la portada, el interior del LP -con las letras en color amarillo sobre un fondo azul-, y mi cabeza hizo crack.


Nombres de canciones como "Espacios hyper gamma" hicieron un bollo con todos mis preconceptos de nombres de canciones, y por primera vez tuve un disco donde los integrantes del grupo no estaban a la vista.
En la tapa, el tipo de barba (¿Alan Parsons?), se agarraba la cabeza mientras era devorado por la pantalla del televisor. Ya en el interior, un plano de la Pirámide nos mostraba una secuencia de cadáveres y al descubridor de semejante horror tapándose la cara con ambas manos, pero a la vez como si quisiera arrancarse los ojos.

Al final, la pirámide se ve por la ventana, y un velador torcido nos muestra un televisor que se ha comido a nuestro querido Alan para siempre.

Y no es para menos

si todo debe caer
¿para que haríamos un milagro?
Si todo va a pasar
Ni siquiera un milagro va a durar.

(If all things must fall
Why build a miracle at all
If all things must pass
Even a miracle won't last)

Y aquí me ven, la sombra del hombre que solía ser.

El álbum completo dura 37 minutos. Casi como un viaje de Monte Grande a Constitución.
Poné  el enlace en tu smart phone, cerrá los ojos, tapáte la cara con las manos, porque la Pirámide viene a buscarte. Y disfrutálo.




martes, 18 de septiembre de 2012

¿Qué es la globalización?



Para los que todavía no entienden qué es la globalización, el mejor ejemplo lo tenemos en el caso
de la princesa Diana:
Una Princesa británica con un novio egipcio que usa un celular sueco Que choca en un túnel
francés en un auto alemán con motor holandés, manejado por un conductor belga que había
chupado whisky escocés.
A ellos los seguía de cerca un paparazzi italiano, en una motocicleta japonesa. Ella fue intervenida
por un médico ruso y un asistente filipino que utilizaron medicinas brasileñas... Este artículo fue
traducido del inglés por un colombiano. Y ahora lo está leyendo un argentino en una computadora
china sentado en una silla taiwanesa.

(Bueno, tal vez hayan recibido esto por mail hace un tiempo. Tal vez, por qué no, hayan leído el artículo "El PRI volvió a ganar una elección" en este mismo blog. Entre uno y otro, hay cosas verdaderas también).


lunes, 17 de septiembre de 2012

Nada más surrealista que la realidad


Lunes, 8:45 am. El tren estaba con demoras, y el viaje ha sido menos complicado de lo que hubiese esperado en un primer momento. Lo que, de alguna manera, ayuda a no estar tan de mal humor para empezar la semana, sobre todo porque parecía que se venía el mundo abajo, pero no, apenas un poco de viento.

Y fuerte, claro, tanto, que arranca personas de sus zapatos. Y los hace dar vueltas en el aire, antes de llevarlos a viajar por Brasil hasta el parque Lezama, y de ahí andá a saber a qué destinos fantásticos.

Y en ese llevarse a la gente de repente, deja los zapatos tirados ahí, que no se sabe bien si van o vienen, o si representan una especie de ying-yang callejero y la visión es algo más que un ataque de surrealismo de segunda (que apela al vocablo portugués para lunes, y no a la baja calidad de la visión)

***

Nota al pie: (nunca mejor dicho). Esta foto no es, de ninguna manera, un truco, ni una puesta en escena, ni una construcción artificial. Es, ni más ni menos, que un hallazgo así de temprano en una mañana gris.


viernes, 14 de septiembre de 2012

Puntos de Vista II



     Entre la grúa y el Ministerio de Defensa, se ven las dos torres del edificio de la Aduana. Que puede ser que esté lleno de ratas, pero desde el punto de vista arquitectónico es una maravilla. (Ok, mi único criterio arquitectónico es "me gusta" - "no me gusta", lo admito). 

     Sin embargo, y desde que empecé a recorrer el espacio que me rodea con otras miradas, reconozco que hay algunas construcciones, que supongo las más antiguas, que tienen como un poco más de encanto que otras, y que suelen provenir, en general, de cuando parecía ser que los edificios de 4 o 5 pisos eran el final de la historia. 
    
    Claro, cada piso tenía entre 3,5 y 4 metros de alto, contra los 2,4 que normalmente tienen los edificios modernos. Y había algunas casas con techos de hasta 4,5 metros de altura (Buscar, en este mismo blog, el texto "Pesadilla", y se dará una idea mejor de lo que estoy diciendo)

    En fin, la cuestión es que en general hago esta caminata al revés, es decir, voy por la parte del dock más cercana a la Av. Huergo, y vuelvo por la más cercana al río. Y al hacerla al revés, me encuentro con las dos torres del edificio de la Aduana, que entre pitos y flautas debe estar a unos 2 km de donde tomo la fotografía.

   Pero bueno, me llama la atención una cúpula que veo entre las dos torres, y me pregunto de qué se trata. ¿Será el edificio de los Atlas, de Belgrano y Perú? Me parece que no, porque no se vería desde esa perspectiva.Además, ese edificio está rematado por dos cúpulas Entonces, ¿qué es lo que estoy viendo entre las dos torres de la Aduana?

   La verdad no lo sé, así que pido amablemente a los queridos lectores y amigos, una pequeña ayuda para detectar ese edificio.

   ¡Salud!

(He aquí una ampliación para facilitar la búsqueda)




lunes, 10 de septiembre de 2012

Así da gusto


Venía caminando por Garay, y doblé en Piedras hacia el norte, y luego en Cochabamba, hacia El Bajo. Casi como de costumbre, mi viaje consistía en tres partes: 
  1. El viaje propiamente dicho desde Constitución hasta la oficina
  2. El viaje interior tratando de no cansarme tanto y, valga la rebuznancia, tratando de darles un respiro a los pulmones
  3. El viaje por las paredes, en busca de la continuación de la mas maravillosa historia de amor, que me tiene intrigado y parece ser que no continúa por San Telmo.
Bueno, cuestión que al llegar Chacabuco, miro así hacia un costado para asegurarme no ser atropellado al cruzar y lo ví. 

BUEN
DIA

La foto no es del todo fija, porque después de caminar un rato, el pulso no está tan firme (hay una disciplina deportiva -creo que de los juegos olímpicos de invierno-, que consiste en esquiar una cantidad de kilómetros, sacar una carabina y tirarle a un blanco. Gana el que lo hace más rápido y acierta más al blanco. Es difícil, justamente, porque hacer puntería después de la actividad física se te complica bastante.

Digamos que esto no está muy lejos de aquello, maxime cuando me quedó la cámara en casa, y con el celular no estoy muy canchero.

En fin, me fui por las ramas. A lo que iba este pequeño artículo, era a expresar este buen deseo a todos los lectores y amigos, y qué mejor que con un esténcil que aparece así de pronto, un lunes a las ocho y pico, cuando todavía falta tanto para el fin de semana.

¡Salud!




Puntos de Vista


     Caminamos tomados de los pies, y nos llevamos a varias personas por detrás. A veces, se hace necesario mirar las cosas desde otro lado, poner la cámara en un lugar diferente, tratar de entender qué está pasando por la mente de los otros.

     Lo que no se sabe muy bien es si los otros tienen, aunque más no sea por un ratito, que ponerse en nuestro lugar. Pero, pensándolo bien, es mejor que nuestro lugar sea nuestro. Cada tanto podemos llevar a pasear a alguien por nuestro lugar, pero en sí, nosotros tenemos un espacio y es para nosotros.

     En verano, las tardes tienen ese aspecto de eternidad calurosa que nos lleva a creer que el sol se ha equivocado y va a permanecer ahí por siempre. Entonces, esperamos que venga la noche. Que no viene.

    Reciclamos la correspondencia, para darnos cuenta que la noche tiene algo que las tardes calurosas no; personas que les canten. En serio, pensé  en dedicarle otro texto, pero estoy teniendo segundas opiniones.
¿Cuántos poetas desesperados han cantado a la noche?
¿Cuántas veces hemos pedido a gritos que llegue la noche, porque no podemos soportar una hora más de luz?
¿Cuántos vampiros han deseado poder disfrutar, apenas un minuto, de un amanecer?
    
    Y ahí estamos, a medio metro de alcanzar una tarde de 36 o 37 grados, a la que seguramente ningún poeta habrá de dedicarle una cuarteta siquiera, con todos los nervios de punta al saber que nuestros labios inexpertos, irremediablemente chocarán contra otros labios, que en dirección opuesta, se acercan inexorablemente, hasta que en el momento exacto, hay un roce apenas, imperceptible, que dura menos que el suspiro que sobreviene.

    En un instante, luego de la brevedad del momento, han terminado montones de cosas, ha dejado de ocurrir esa sequía recurrente de besos verdaderos, ha comenzado un camino hacia las caricias que empiezan por la cabeza, pasan por la mejilla y el cuello para convertirse, sin mayor prólogo, en un abrazo intenso, tanto como el nuevo beso, que esta vez es un poco menos rígido, que se anima a tocar con la punta de la lengua.

    Por eso acá, en esta noche, le cantamos a una tarde de verano muy, muy caliente.







jueves, 6 de septiembre de 2012

Paseo de la HIstorieta

Un texto mejor quedará para otra oportunidad.
Se me ocurren un montón de cosas, pero no demasiado propicias para sonreír.
Asì que vamos a quedarnos con la buena idea, con Mafalda e Isidoro Cañones.
Y los personajes que están por venir.


Una gran idea, por cierto.
Como única crítica, diré que no he visto que estén pensados Inodoro, o Boogie, o Mendieta.
Al menos están en un mural.
¡Salud!



miércoles, 5 de septiembre de 2012

PInturas rupestres - Petroglifos




Una pintura rupestre es todo dibujo o boceto prehistórico existente en algunas rocas y cavernas. El término «rupestre» deriva del latín rupestris, y éste de rupes (roca), aunque también es sinónimo de primitivo. De modo que, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre las paredes de cavernas, covachas, abrigos rocosos e, incluso farallones o barrancos, etc. Desde este aspecto, es prácticamente imposible aislar las manifestaciones pictóricas de otras representaciones del arte prehistórico como los grabados, las esculturas y los petroglifos, grabados sobre piedra mediante percusión o erosión. Al estar protegidas de la erosión por la naturaleza del soporte, las pinturas rupestres han resistido el pasar de los siglos.
Se trata de una de las manifestaciones artísticas más antiguas de las que se tiene constancia, ya que, al menos, existen testimonios datados hasta los 40.000 años de antigüedad, es decir, durante la última glaciación. Por otra parte, aunque la pintura rupestre es esencialmente una expresión espiritual primitiva, ésta se puede ubicar en casi todas las épocas de lahistoria del ser humano y en todos los continentes exceptuando la Antártida. Las más antiguas manifestaciones y las de mayor relevancia se encuentran en España y Francia. Se corresponden con el periodo de transición del Paleolítico al Neolítico. Del primero de los periodos citados son las extraordinarias pinturas de la Cueva de Altamira, situadas en Santillana del Mar,Cantabria (España).
Estas pinturas — y las otras manifestaciones asociadas — revelan que el ser humano, desde tiempos prehistóricos, organizó un sistema de representación artística, se cree, en general, que está relacionado con prácticas de carácter mágico-religiosas para propiciar la caza. Dado el alcance cronológico y geográfico de este fenómeno, es difícil, por no decir, imposible, proponer generalizaciones. Por ejemplo, en ciertos casos las obras rupestres se dan en zonas recónditas de la cueva o en lugares difícilmente accesibles; hay otros, en cambio, en los que éstas están a la vista y en zonas expeditas y despejadas. Cuando la decoración está apartada de los sitios ocupados por el asentamiento se plantea el concepto de santuario cuyo carácter latente subraya su significado religioso o fuera de lo cotidiano. En los casos en los que la pintura aparece en contextos domésticos es necesario replantear esta noción y considerar la completa integración del arte, la religión y la vida cotidiana del ser humano primitivo.

 Temática, colores y técnicas sobresalientes

 En las pinturas rupestres del Paleolítico se simbolizan animales y líneas. En el Neolítico se representaban animales, seres humanos, el medio ambiente y manos, representando además el comportamiento habitual de las colectividades y su interacción con las criaturas del entorno y sus deidades. Entre las principales figuras presentes en estos grafos encontramos imágenes de bisontes, caballos, mamuts, ciervos y renos, aunque las marcas de manos también ocupan un porcentaje importante. Frecuentemente se muestran animales heridos con flechas. Los motivos y los materiales con que fueron elaboradas las distintas pinturas rupestres son muy similares entre sí, a pesar de los miles de kilómetros de distancia y miles de años en el tiempo. Todos los grupos humanos que dependían de la caza y recolección de frutos efectuaron este tipo de trabajo pictórico.
En la pintura rupestre generalmente se usaban uno o dos colores, incluyendo algunos negros, rojos, amarillos y ocres. Los colores también llamados pigmentos eran de origen vegetal como el carbón vegetal, de fluidos y desechos corporales como las heces, compuestos minerales como la hematita, la arcilla y el óxido de manganeso, mezclados con un aglutinante orgánico resina o grasa.
Las cuevas se ubican totalmente bajo el suelo y en consecuencia se hallan en una oscuridad casi completa. Se cree que los antiguos artistas se auxiliaban con unas pequeñas lámparas de piedra llenas de grasa animal.
Los colores se untaban directamente con los dedos, aunque también se podía escupir la pintura sobre la roca, o se soplaban con una caña hueca finas líneas de pintura. En ocasiones los pigmentos en polvo se restregaban directamente en la pared y asimismo se los podía mezclar con algún aglutinante y aplicar con cañas o con pinceles rudimentarios. Como lápices se usaban ramas quemadas y bolas de colorante mineral aglutinadas con resina. A veces se aprovechaban desniveles y hendiduras de la pared para dar la sensación de volumen y realismo.
A menudo las siluetas animales se marcaban o raspaban para generar incisiones y así producir un contorno realista y notorio en la roca.
La edad de las pinturas permanece en muchos sitios arqueológicos como un gran interrogante, ya que los métodos para determinarla, como el del Carbono-14, pueden fácilmente llevar a resultados erróneos por la contaminación del material evaluado, y también porque las cavernas y superficies rocosas presentan protuberancias en las que se alojan residuos de suciedad provenientes de diversas épocas. Para determinar la fecha de su creación se recurre a técnicas más convencionales como fechar imágenes por el tema representado. Por ejemplo el reno dibujado en la gruta española de las Cueva de las Monedas, cuyo origen estimado corresponde a la últimaglaciación. Los yacimientos de pinturas rupestres se dan con mayor frecuencia entre Francia y España, porque en estas zonas el hombre encontró un lugar más propicio para sobrevivir a los cambios ambientales y al crecimiento demográfico.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Cómo fabricar un cántulo en tu casa

(Esto es una imitación lisa y llana de un texto que he sugerido leer en Google + hace un tiempo, y que el lector inquieto sabrá encontrar; y el que no , se quedará con las ganas.
Podrás ver, querido e inquieto lector, una entrevista a Julio Cortázar que dan, cada tanto, por el canal Encuentro, y en la que el propio Julio explica por qué escribió 62 modelo para a(r)mar. Que no es otra cosa que una explicación de por qué escribió Rayuela. 
Ya sé que no me parezco ni un poco a Cortázar, no hace falta que me lo digas. Pero tampoco voy a claudicar y a explicar así por que sí de dónde saqué este texto, que, aunque imitado, no es copiado, lo escribí yo solito, no me lo dictó nadie. O sea que tiene un mérito).

Salud.

La fotografía que ilustra este texto también la saqué yo. Como casi todas las de este blog, salvo las de Salud y alguna que otra perdida por ahí.




Sin embargo, la fabricación casera de un cántulo no tiene por qué ser tan traumática. Sencillamente se puede lograr escuchando un arpegio repetido cuatro o cinco veces, cuando el ejecutante detecta el placer enorme en un público que ha ido específicamente a sufrir el tal encantamiento, hasta que, de pronto, el cántulo queda terminado, y quedan unos minutos para sonreír junto con el intérprete, mientras se escuchan de fondo los platillos en un ataque final, y la sonrisa propia se confunde con la ajena y el grito que se va en fade de un público en un estadio ignoto, o acaso un parque cerca de un lago que pronto habrá de congelarse para ser cruzado por hordas salvajes que acabarán con todo el placer del arpegio y lo reemplazarán por el sonido de la carne chirriando al ser desagarrada por la espada o por el sable.
Las artes inciertas acabarán por agotar la paciencia escasa del fabricante de cántulos caseros, que irremediablemente habrá de arrojarlos al arroyo sin ningún miramiento.
Arroyo abajo, en la confluencia con un río algo mayor, ese estropicio de cántulo será hallado, sindudamente, por un espíritu inquieto, que lo convertirá en su talismán de la buena suerte por las mañanas blancas en días agitados, y lo lucirá con orgullo ante quien quiera verlo, con o sin fundillos, entre las 11 y las 13 y sin mirar mucho hacia arriba.


           





viernes, 24 de agosto de 2012

Apuntes de América Latina

El Gato Gris
Santa Fe de Bogotá, domingo 10 de septiembre de 2006



Bajamos a caminar por “La Candelaria”, el barrio histórico de Bogotá. Otra vez, un impacto a los sentidos, con sus casitas pintadas de amarillos, verdes, azules, rojos, violetas.
Mientras estábamos en una pequeña plaza, apareció una lluvia, y nos metimos en “El Gato Gris”, un café-restaurante bohemio, muy bonito, construido en una vieja casona. Un momento intenso en la charla, mientras escuchábamos, entre otras variedades, música argentina, con un capuchino con Bailey’s.
De nuevo salimos a caminar un rato, y un señor nos pidió plata “para la primera cuota de un tintico” [i], aunque no tuvo mayor éxito. De pronto, nos topamos con la “Tienda – Café Fibrarte”, de unos hippones colombianos que vendían artesanías. Una pareja muy copada que hizo su negocio y nos invitaron con un té de coca. Nada del otro mundo, la verdad, pero toda una experiencia. Ahí conocí los cigarrillos “Piel roja”, sin filtro, muy sabrosos. Y al salir, me compré un paquete.
De regreso al Gato Gris, otra vez el señor pidiendo para su tintico, pero esta vez Alex le dio una moneda, a lo que comentó: “parece que se han demorado en otorgarme el crédito”. Un ocurrente.
Esta vez nos ubicamos en la terraza, con una estufa a leña en un rincón, y un momento más que agradable. Realmente ha sido un día excepcional, con toda la calidez y cordialidad de Alex, que nos llevó a su casa y se pasó todo el domingo con nosotros. Un gran tipo de verdad.


[i] Tinto: En Colombia, café negro. 
[ii]  Las fotos son de Caminito, en Buenos Aires, porque las que tenía de La Candelaria las perdí cuando me robaron la computadora y un montón de otras cosas en mi casa. Sin embargo, por los adoquines, por los colores, por lo bohemio y por lo histórico, vale la pena para ilustrar.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Laberintos, un plagio a un texto de Rosario 12



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Los diarios no hablan ni de tí ni de mí ni de nadie, salvo excepciones, porque es más fácil explicar un cuádruple crimen que un amor; tiene más efecto el choque de diez camiones y una moto en una autovía, que el choque de unos labios duros e inexpertos, alrededor de los catorce años, detrás de un limonero que en cualquier momento se convertirá en testigo mudo e inútil de una pasión que no terminará nunca. 

Aún cuando tengas hijos y casa con otra. 

Aún cuando escribas versos inspirados en otros brazos.

Aún cuando tus lágrimas sean apenas el desesperado reflejo de aquel sollozo profundo e interminable cuando supiste que ya no te quería más.

Gracias, Victor Maini, por poner en tapa -o contra, da igual-, sentimientos que estaban guardados en un cajón ruinoso y que de pronto están de vuelta en primer plano.



lunes, 13 de agosto de 2012

Fantasmas



Cayeron 4 gotas. Refrescó bastante, eso sí, para acrecentar mis ya crecidas ganas de volar al carajo, tirarme en la cama tapado hasta las orejas y escuchar el frío y el viento golpeando en la ventana. Luego de un rato, en una especie de ensoñación, me viene como una idea de fantasmas que azotan los vidrios junto con el viento. Abro un ojo, arqueo una ceja. No se ve nada. Que es hasta lógico, ya que en general el viento y los fantasmas no se dejan ver. Te tocan, te sacuden, te estremecen, pero no los ves.
Intento dormir un poco más. En verdad, dormir a secas, ya que a este momento no he dormido, solo estoy adormecido. Pero el susurro de los fantasmas y del viento va creciendo en su ya clásico buido.
Quizás una copita de algo ayude a cerrar más los ojos. En la cocina las baldosas están frías y algo sucias y lo siento en los pies blancos. Lo único que podría tomar es una copa de vino, pero debería abrir la botella, y no se me da la gana. Me doy vuelta para ir al baño y luego otra vez a la cama, pero quedo paralizado por el susto del golpe en la puerta que da al patio, y enseguida, en la ventana que da al jardín. Ahí, el grito de los fantasmas es insoportable, y el viento se divierte y ríe estrepitoso entre los árboles desnudos y grises. El corazón ha dado contra el techo y palpita veloz, como una locomotora lanzada a 160 Km./h o más, y el traqueteo en los rieles va haciéndose más intenso y en cualquier momento descarrilaré.
Cierro los ojos, intento respirar profundamente, sacar el susto de los pulmones y oxigenar la sangre. Pensar con calma. Un nuevo golpe en la puerta y otra vez en la ventana me quitan el aliento, y estoy helado por el frío y por el miedo, ahí, solo, en la tarde de viernes que ya empieza a deshojarse y hacerse noche.
La risa escandalosa del viento no para. Intuyo que las hojas amarillentas de un roble que apenas resistían ya se han soltado en su loco y decrepito viaje a la muerte más cruel debajo de las ruedas de un auto, o en una alcantarilla podrida.
Doy un paso apenas. Intento que no me vean los fantasmas, que sigan entretenidos corriendo del patio al jardín y no me vean caminar. Otro paso apenitas. Un golpe. Respiro hondo, con los dientes apretados. Me aprieto el pecho para que el corazón no vuelva a saltar. Un pasito más. Una carcajada de viento. Con suerte, logro dar dos pasos sin mayor sobresalto. Al cabo de un buen rato, estoy otra vez en la cama, y puedo empezar a sentir la sangre correr nuevamente, y un poco de calor en los pies y en las manos.
Imagino, entonces, que tengo un trabajo, y que estoy ahora en la oficina, escribiendo en una moderna computadora, calentito, al amparo del viento y del frío y de los fantasmas, que me miran sentados en el umbral, sonrientes, al acecho, hasta que me despierten.

Fernando Berton
Copyleft: Agosto, 2012




jueves, 9 de agosto de 2012

Dificultades



Ayer hablaba con la doctora Liliana, a quien, entre paréntesis, agradezco todo el apoyo en este difícil camino de empezar a respirar y sonreír, acerca de las dificultades que permanentemente encontramos para mantener las cosas que se empiezan. Por caso, los grupos de apoyo a los fumadores, ex fumadores y futuros ex fumadores.

Decíamos que es bastante difícil transferir las experiencias, que lo que uno siente es casi imperceptible para el otro, y si te tirás al piso para sacar una buena perspectiva de un adoquinado, alguien va a decir ¡Uau, qué bueno!, y otro que sos un tarado.

También hablamos de la posibilidad de  acercar estas experiencias a otros, aún sabiendo que muchos  ni siquiera las compartan. Pero , de alguna manera, es  mejor decir que callar. Si no decimos lo que nos pasa, el otro ni siquiera puede decir "no lo entiendo, pero me moviliza". O algo así, o ni siquiera así, queseyo, quiero decir que de alguna forma se movilice algo en la otra persona.

Y detrás de todos estos pensamientos está el hecho de lo difícil que resulta, a veces, sonreír. Casi que es más fácil dejar de fumar que encontrar cosas que hagan sonreír.

De repente, pienso que mi programa de radio "Así es la vida" (que ocurre en  ninguna radio, sino en verdad, en la oficina, y a veces siento que mis compañeros me detestan), es una forma de luchar por la vida, de ser quien soy, sin importar lo que vayan a decir. El mundo parece estar lleno de injusticias, casi a cada paso que damos, pero  ¿cómo podríamos dar pasos  hacia la justicia? ¿Existe, acaso, este fenómeno que llamamos "justicia"? Who knows.

Mientras tanto, Piazzola suena en el fondo -como casi todas estas noches en las que decido sacar las estridencias de la televisión, y escuchar lo que  me parece mejor, o más armónico-; y así voy desgranando este artículo, que se ilustra con algunas fotografías que tomé hoy, poniendo la cámara de otra forma, en otros ángulos, por esas callecitas que tienen un nosequé, viste.



Y hablábamos, también, con la Doctora Liliana, sobre la alienación. Por eso este artículo tiene varias etiquetas, y acaso me quede corto, y debería ponerle todas. Y a todos los artículos, claro, tendría que ponerles todas las etiquetas. Porque vamos, si pongo la cámara contra la pared para sacar la foto que vemos a la izquierda, es porque quiero sonreír y con eso cuidar mi salud, a la vez que reflexiono sobre las cosas que me hacen bien. 

Pero, por qué esto no puede estar, también, etiquetado como La Ciudad, etcétera.

Y esta misma noche, hablaba con los chicos, para decirles que, si ellos quieren, luchen por un mundo donde se pueda ser quien uno es, sin discriminar, sin odiar, sin culpar a los otros pobres infelices como nosotros de lo que no sotros somos incapaces de hacer (nosotros se escribe así, pero lo dejo como no sotros apropósitamente porque me gustó el error, de alguna manera se ve interesante)


ya es hora de ir terminando, ya es hora de disfrutar del silencio y de la noche que está en su apogeo, derramando suavemente algunas gotas sobre el techo, provocando las ganas de andar por ahí escribiendo cosas, por ahí disfrutando de lo que no pude escuchar en su momento, pero que gracias a la tecnología está bastante a mano. y casi a un clic podemos encontrar lo que queremos.
Now listening: ballad of john and yoko.

¡Salud!

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