Muchas veces ocurre que las traducciones no se ajustan a la lengua que hablamos habitualmente porque están hechas en otros países, y apuntan a la lengua del traductor/a. Esto puede resultar molesto pero, como suele decirse, es lo que hay. Basta con leer ustedes donde dice vosotros y listo.
Sin embargo, algunas traducciones suelen ser demasiado imaginativas o bien escuetas en exceso. Decíamos en el artículo Subtítulos: la otra historia, que podía resultar hasta gracioso.
La película Todo lo que se olvida en un instante, del director Richard Shpuntoff, neoyorquino afincado en Buenos Aires, trabaja precisamente sobre la traducción de los subtítulos, que en su película no se siguen con lo que se dice. Pero no por traducir brevemente, sino porque no coincide para nada. Incluso la voz en off a veces está en inglés, otras en castellano, a veces se mezcla.
Sin embargo, la pregunta que nos moviliza hoy es ¿qué habrá querido decir el/la traductor/a? Algunas veces, si la traducción viene del inglés podemos tener una referencia. Si dice "casualidades" por "casualties" nos podemos imaginar el original.
Pero cuando la traducción es de idiomas que desconocemos por completo, quedamos a merced de la capacidad profesional de quien traduce. La imagen que acompaña el artículo es de un libro que fue escrito en japonés. Cuando esto pasa, lo que leemos, más que nada, es la trama, porque no podemos juzgar la capacidad del escritor ya que no tenemos idea de su lengua. Pero nos queda la duda acerca de la traducción.
¿Qué quiere decir "ahora no puedo estar por tí"? O "Me sabe mal" referido a que tiene una llamada.
No hay caso, por más que intentamos, no es posible saber qué quiso traducir. Hubiera estado mejor dejarlo en japonés, ¿nocierto?
Fernando
Noviembre, MMXXII