Poco antes de llegar a destino, los equipos que habían salido por tierra sufrieron un accidente al romperse la dirección del vehículo, que cayó por un barranco, y causó la muerte de las ocupantes.
Los preparativos para la salida del buque se demoraron, y se decidió extremar los controles y revisiones. Aun cuando la hipótesis del accidente era la más sólida, ya que los vehículos hacía mucho tiempo que estaban guardados y parecía muy factible que sufrieran fatiga de material, se ordenó la salida subrepticia de un equipo forense para determinar con exactitud las causas del siniestro.
Jazmín convocó a una reunión a sus dos personas de confianza, que compartían con ella la dirección del CDI, a fin de trazar el plan que seguiría la investigación del accidente, por un lado, y decidir si zarparía el buque o no.
- ¿En qué estás pensando, Jazmín?
- Creo que ha sido un atentado, Muriel. Por eso es necesario determinar lo que verdaderamente ocurrió en ese barraco.
- ¿Y quién podría atentar contra nosotras mismas?
- También eso tenemos que averiguar, Ángela
- ¿Cuál es tu plan? Hace años que no tenemos policía, ni juzgados, ni servicios secretos
- ¡Mis niñas! ¿A qué nos hemos dedicado casi todas nuestras vidas?
- A investigar por qué no nacen humanos varones.
- ¿Y si podemos manipular una cadena de ADN, por qué no vamos a poder aplicar un método para estudiar las causas del desbarranque de un auto?
- Y…, no es lo mismo
- ¡Mujeres de poca fe!; exclamó Jazmín, mirando al techo, con las palmas de las manos juntas. ¡Vayan! ¡Piensen! Y nos vemos aquí en dos días para discutir los proyectos. ¡Y ojito con hablar! Solo nosotras tres sabemos de esto.
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