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viernes, 15 de enero de 2016
miércoles, 6 de enero de 2016
La fría estadística
José Viñals; Miel de Avispa; Editorial de Belgrano; Buenos Aires; 1982 |
Pero en realidad, este pequeño preámbulo es para presentar el tema de hoy: las estadísticas.
Debo el título de la nota al cuento homónimo del libro de marras, y cito un pedacito del comienzo:
VEA, EL 80% DEL PUEBLO somos gringos, el 60% gallegos y el 20% criollos, argentinos puros quiero decir. De otras extranjerías más seleccionadas andamos pobres, pero algo tenemos. Tenemos 5 familias turcas, 4 que viven de este lado de las vías y 1 que no es una familia porque es 1 turco que vive solo del otro lado de la estación, o sea un 5% justo de árabes, digamos, porque decirles turcos ofende.
Y así continúa.
Sin embargo, más allá de la forma muy interesante que el narrador presenta las estadísticas poblacionales de "Corralito", llama la atención que puedan interpretarse con tanta facilidad lo que comúnmente se conoce como "los fríos números". ¿Para quién son fríos los números?
Y entonces así vamos llegando al tema que nos convoca: la normalidad. Vemos que a la vuelta de cada página del diario -no se equivoca el lector asiduo de este blog si cree ya haber leído esto por aquí- aparecen un sinnúmero de atrocidades cometidas por no menos atroces seres. Podría hacer un esfuerzo creativo a la manera de Viñals, pero me limitaré a la anodina y ascética enumeración (no taxativa, por cierto). Tenemos, entonces, seres como:
- ladrones
- rateros
- motochorros
- pungas
- bolsiqueadores
- estafadores
- vendedores de humo
- asesinos
- asesinos seriales
- femicidas
- maltratadores
- acosadores morales
- pedófilos
- secuestradores
- reducidores de autos
- piratas del asfalto
- reducidores de cabezas
- delincuentes no contenidos en esta lista
- racistas
- homofóbicos
- xenófobos
Esta es, como decía, una lista no taxativa, y que no pretende ser, de ninguna manera, graciosa. Es poner el acento en la cantidad abultada de posibles formas de la anormalidad, versus una sola forma de normalidad.
Dicen por ahí que no han crecido los crímenes, sino que hay mejores estadísticas. Esto quiere decir, según veo, que son temas que vienen desde bastante lejos. Pensaba en las tragedias de la Grecia clásica (sg V a.c.); que tienen unos 2500 años y una gran vigencia. Pensaba en el secuestro de las sabinas por los fundadores de Roma, que se quedaron sin mujeres, e inventaron un ardid para birlarles las suyas a un pueblo vecino. Pensaba en los cristianos, que pasaron de ser alimento de los leones en el Coliseo Romano al mayor grupo genocida organizado de la historia antigua y medieval. Pensaba en las más de 1800 mujeres asesinadas en los últimos 7 años (2008 a 2014, no encontré datos de 2015. En http://www.lacasadelencuentro.org/portada.html). De todos esos casos, 9 de cada 10 fueron cometidos por las parejas o ex parejas de las mujeres asesinadas.
Esto muestra, mínimamente, por cierto, un panorama bastante restringido en casos pero amplio en el tiempo para que debamos replantearnos el término "normal". ¿Podríamos hacer un listado de cantidad de personas "normales" para comparar con el listado de personas "anormales"?
Todo el tiempo tenemos que luchar contra nuestros instintos más bajos, esos que están ahí desde siempre, que a veces ni nos damos cuenta de que los tenemos. ¿O acaso es normal que cincuenta mil personas insulten a otra porque cobró penal, y lo amenacen con que no va a salir de la cancha?
En fin, a esta nota le falta remate, pero a esta altura, es lo que menos se necesita.
domingo, 3 de enero de 2016
Cuchá
Cerati y Spinetta en vivo
Hay en este blog una serie de notas que se llaman "dejar de fumar", que después cambiaron a "respirar", una vez cumplido el objetivo.
Y al mismo tiempo surge una otra serie que se llama "sonreír", por esas cosas que te hacen bien (cada uno decide cuales)
"Cuchá" -repetido varias veces- es lo que le decimos a alguien cuando un tema nos gusta mucho, por las razones que sean.
#Bajan es una canción bellísima de Spinetta. Dice, por ejemplo:
Viejo roble del camino
tus hojas siempre se agitan algo
Hoy quiero traer este tema a colaboración porque es una forma de hacer belleza de lo feo, de hacer algo feliz de lo triste. Son esos tonos menores que nos invitan a reflexionar, a pensar qué hicimos mal, y qué hicimos bien.
Y a disfrutar de un breve solo de guitarra al finalizar la canción.
La versión que propongo es de un recital maravilloso: Spinetta y las bandas eternas, de 2010. En este caso junto a Gustavo Ceratti. Vemos al flaco, en su dificultad de respirar, cómo se las ingenia para llegar a los tonos. Y sin embargo, aunque estaba ya en maniobras de aterrizaje, nos regaló a todos este concierto.
Pero puede el lector buscar la versión original del disco Artaud, o la del propio Ceratti en Amor Amarillo, o hacer sus propias búsquedas, o ignorarla redondamente.
Simplemente es un homenaje y una invitación a pensar en qué cosas hicimos mal para no poder cantar, o caminar muy rápido, o no poder vivir sin tomar algún medicamento.
¡Salud!
Hay en este blog una serie de notas que se llaman "dejar de fumar", que después cambiaron a "respirar", una vez cumplido el objetivo.
Y al mismo tiempo surge una otra serie que se llama "sonreír", por esas cosas que te hacen bien (cada uno decide cuales)
"Cuchá" -repetido varias veces- es lo que le decimos a alguien cuando un tema nos gusta mucho, por las razones que sean.
#Bajan es una canción bellísima de Spinetta. Dice, por ejemplo:
Viejo roble del camino
tus hojas siempre se agitan algo
Hoy quiero traer este tema a colaboración porque es una forma de hacer belleza de lo feo, de hacer algo feliz de lo triste. Son esos tonos menores que nos invitan a reflexionar, a pensar qué hicimos mal, y qué hicimos bien.
Y a disfrutar de un breve solo de guitarra al finalizar la canción.
La versión que propongo es de un recital maravilloso: Spinetta y las bandas eternas, de 2010. En este caso junto a Gustavo Ceratti. Vemos al flaco, en su dificultad de respirar, cómo se las ingenia para llegar a los tonos. Y sin embargo, aunque estaba ya en maniobras de aterrizaje, nos regaló a todos este concierto.
Pero puede el lector buscar la versión original del disco Artaud, o la del propio Ceratti en Amor Amarillo, o hacer sus propias búsquedas, o ignorarla redondamente.
Simplemente es un homenaje y una invitación a pensar en qué cosas hicimos mal para no poder cantar, o caminar muy rápido, o no poder vivir sin tomar algún medicamento.
¡Salud!
lunes, 7 de diciembre de 2015
Lectura de un poema: El juego en que andamos
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
(De El juego en
que andamos, 1961)
“EL JUEGO EN QUE
ANDAMOS” es un poema que tiene como principio de construcción la
repetición, y esto puede verse en cuatro elementos principales:
1.
Reiteración del primer verso en las primeras tres
estrofas (epítome)
2.
El uso reiterado de otra figura retórica: el oxímoron.
3.
Tiempo verbal: el uso reiterado del potencial
4.
Gramatical: el uso reiterado de pronombres
demostrativos
Veremos seguidamente
cada una de ellas.
En esta primera
lectura vemos que hay un yo a quien le
han quitado la posibilidad de elegir, y que pide insistentemente tener la
posibilidad de hacerlo. Esta insistencia hace que el lector se pregunte, todo
el tiempo, por qué. La forma influye en la lectura, ya que provoca una
repetición.[1]
A continuación del
verso inicial (reiterado) de cada estrofa, encontramos los deseos del yo
planteados de forma contradictoria: la salud de la enfermedad, la dicha de la
infelicidad llevan nuevamente a la sorpresa, y otra vez a preguntarse cómo
puede la dicha ser infeliz, cómo se puede amar con odio.
Luego, el uso del
potencial al inicio de cada verso es lo que da la idea de imposibilidad a los
pedidos del yo: “si me dieran a elegir, yo elegiría”, lo que nos pone frente a
una situación de oscurecimiento de la forma: ¿qué pasa que no puede elegir?
¿Quiénes son los que tienen la capacidad de permitir la elección –“si me dieran
a elegir” –? ¿Por qué las elecciones posibles son todas contradictorias: salud
/ enfermedad, dicha / infelicidad, inocencia / no inocencia, pureza/impureza,
amor/odio, esperanza/desesperanza?
Por último, todas
estas contradicciones son muy cercanas al yo, ya que las menciona con el
pronombre demostrativo este / esta, que indican proximidad del objeto con el
hablante; y que aquí podemos entender como situaciones que están en el ámbito
de lo personal del yo poético, de cosas que anhela y que quiere con ansia.
Y esto se ve
reforzado en la última estrofa, donde, vehemente, el yo les dice a estos que no
lo dejan elegir que se jugará la muerte por lograrlo.
Porque, ¿cuál es,
si no, el juego en que andamos? Es un juego de
palabras, un juego de contradicciones, un juego de jugarse por la libertad, por
la vida, por el amor. De jugarse la vida por eso, en definitiva, los grandes
temas que ocupan a las personas desde siempre. Vivir de la mejor manera posible
entre tanta imposibilidad, es, a nuestro entender, “el juego en que andamos”.
[1] “La finalidad del arte es dar una sensación del objeto como
visión y no como reconocimiento: los procedimientos del arte son el de la
singularización de los objetos, y el que consiste en oscurecer la forma, en
aumentar la dificultad y la duración de la percepción”, SHKLOVSKI, VICTOR; El arte como artificio Pág. 60
domingo, 22 de noviembre de 2015
Borges, así en el cuento como en el ensayo
Esta inminencia de una revelación, que no se produce es, quizá, el
hecho estético
JORGE LUIS BORGES
Seguramente, el relato enmarcado[1]
fue una invención de aquellos escritores que, no sintiéndose del todo seguros
de su obra, optaron por decir que lo que irían a contar les había sido referido
por alguien más, o que había caído en sus manos el texto –anónimo en la
totalidad de los casos– que contarían a continuación.
Este caso es, tal vez, un poco más
infame: me entretenía en demorar la finalización de un cortado en jarrito, días
pasados, en el Café La Poesía [2],
cuando llegó a mí el eco de una conversación. Adivina bien el lector al suponer
que ahora leerá “esto es lo que se dijo”:
-
¿Pero,
a vos te parece?
-
¡Claramente!
-
¿Y
cómo lo demostrarías?
-
¿Leíste
“La forma de la espada”?[3]
-
Sí.
-
¿Y
“Dos libros”?[4]
-
También.
-
¡Bien!
Entonces, coincidirás conmigo en que la estructura se parece.
-
¿A
ver?
-
Fijáte,
en “La forma de la espada” empieza un relato con un narrador que –en un gran
esfuerzo intelectual- llamaré NARRADOR #1, a contar cómo conoció al Inglés, un
estanciero despiadado; y de cómo llegó a ganarse su confianza para que el
Irlandés (¡no era inglés!) le cuente lahistoria de su “cicatriz rencorosa”. Ahí,
entonces, este “narrador confidente”[5],
o NARRADOR #2, toma la palabra y nos pone al tanto de la vida de John Vincent
Moon, el protagonista del relato enmarcado. Al final, vuelve a aparecer el
NARRADOR #1, y la historia se desenlaza con un fnal sorprendente. Nos queda,
entonces, una estructura así:
RELATO 1 [ RELATO 2 ] RELATO 1
-
¡Ajá!
Pero la verdad es que no logro engancharlo con “Dos libros”. Ahí, justamente,
reseña un libro de Wells y uno de Russell.
-
Sí,
claro, pero si te fijás bien, la estructura es bastante parecida.
-
¿A
ver?
-
Mirá:
en “Dos Libros”, Borges lo que hace es reseñar brevemente un libro, para
después hablar de otro tema.
-
¡Pero
mirá vos! ¡Es cierto!
-
Bueno,
creo que sí. En las dos partes pasa lo mismo: primero cuenta un poco de qué va
el libro, y luego hace consideraciones sobre otro tema, que además están muy
cercanos: aprovecha a Wells para hablar del nazismo, y a Russell para contar
los orígenes del fascismo. Y en los dos casos, termina con una cita textual de
cada autor. Es decir que tenemos estructuras muy parecidas:
RESEÑA [ NAZISMO ] RESEÑA (CITA)
RESEÑA [ FASCISMO ] RESEÑA (CITA)
-
Ese
es el mismo modelo del cuento.
-
Salvo
por la cita.
-
¡Claro,
sí! Está bien, ¿eh?
-
Seeee…
-
¿Qué?
-
Y,
no sé, ¿vos pensás que le gustará?
No alcancé a oír la respuesta porque
el mozo en ese momento se puso a vociferar un pedido interminable. A mí me
pareció que estaba bastante bien sustentada la hipótesis de este anónimo disertante
de café. De lo que no estoy muy seguro es de si con eso tenemos un ensayo.
[1]
Relato enmarcado: incorporación que se hace de una historia dentro de otra que
se está contando previamente
[2] Bar notable de la ciudad de Buenos Aires, en
Bolívar y Chile, barrio de San Telmo
[3]
BORGES, J.L.; en Ficciones, 1944
[4]
BORGES, J.L.; en Otras Inquisiciones; 1952
[5] El
narrador confidente es una creación
de escritores modernistas como Rubén Darió o Leopoldo Lugones. Lugones lo usó
con maestría en Las fuerzas extrañas.
sábado, 14 de noviembre de 2015
Espejo Negro
Imagen tomada de la promoción de Netflix |
Entre los elementos anacrónicos, por caso, están las relaciones entre las personas: el poder político, el trabajo, el amor, la muerte de un ser querido, entre otros, son los temas.
Luego, está el tratamiento de estos temas. Uno de los puntos en común entre todos los capítulos es el uso (¿abuso?) de las tecnologías. Los medios de comunicación, las encuestas de opinión, las decisiones de un gobierno son los principales en el capítulo uno. No quiero hacer un análisis textual, sino simplemente decir que esta serie, de origen inglés, es una vuelta de tuerca sobre los remanidos formatos de las series de Hollywood. Hay un gran respeto por el espectador, en el sentido de que muchas de las cuestiones obvias de los relatos están elididas, y la historia central está basada en los núcleos (veáse "Análisis estructural del relato" de Roland Barthes) y no tanto en el "detalle insignificante" (véase "El efecto de realidad", del mismo autor).
Digo que "Black Mirror" pone en juego los mejores elemento del relato clásico, actualizado (siempre me hace un poco de ruido decir aggiornado) con las nuevas tecnologías: celulares y notebooks ultradelgadas que ni siquiera hay que tocar para que te entreguen el material deseado, el trabajo en línea de producción como elemento para llegar a ser un reality star, un software que recupera toda la información de un ser querido que pasó a mejor mundo son algunos de los elementos que golpean en el espectador, y que lo llevan a preguntarse ¿qué significa todo esto?
Está filmada con un nivel de detalle extremo, y hace que pongamos en juego todo nuestro conocimiento diario para poder reponer lo que está elidido en cada uno de los relatos.
No está exenta de algún pequeño error: en "Be right back" (enseguida vuelvo) la camioneta alquilada del comienzo no es la misma que se devuelve a la compañia de rent-a-van. Pero no hace a la cosa. Demuestra que, al fin y al cabo, los humanos convivimos con el error.
lunes, 12 de octubre de 2015
Si un hombre muerde a un perro
No les
interesan las noticias siempre tan abundantes sobre los sucesos mundiales, ni
los acontecimientos importantes del país, como las elecciones u otras bagatelas
por el estilo
Ezequiel
Martínez Estrada, en Gusto
¿Qué hacer si nos cruzamos con un extraterrestre –mientras pienso
que cada vez estamos más cerca de encontrarnos con un verdadero marciano salido
de los tantos rastros de agua que encuentra la NASA cada tanto en el viejo y
querido planeta rojo– y nos pidiera que le diésemos un pantallazo de lo que
pasa en la Tierra en treinta minutos?
Siempre pensé que lo mejor sería leerle el diario: si
pasamos rápidamente por los titulares y algún que otro copete o bajada, en
media hora el joven –suponemos que los ancianos no hacen viajes
intergalácticos– alienígena se llevaría un buen panorama a su nave madre para
contarles a sus no menos alienígenas compañeros.
Hagamos un intento, y miremos los titulares de “Le monde
diplomatique”[1]
·
El apretón de manos de Zarif y Obama es criticado en Irán
·
El primer ministro indio ha olvidado hablar de la libertad de expresión
·
Guerra de palabras entre Ryad y Teherán después de la tragedia de La
Meca
·
Numerosas muertes en una serie de explosiones en China
·
Israel ha realizado ataques aéreos en la Franja de Gaza[2]
Críticas, olvidos, guerra, muerte, ataques… Es bastante
triste el panorama ofrecido. Tal vez podríamos intentar con un noticiero de
radio o de televisión (así también mostraríamos los avances tecnológicos al
ET), pero a poco de sentarnos en un bar y ver un informativo –contando con la
suerte de no caer en el horario de la novela de la tarde– notamos con desazón
que no son mucho mejores las noticias que allí nos ofrecen.
Le pedimos, algo apesadumbrados, disculpas a nuestro amigo
del espacio, mientras lo miramos marcharse con las antenas entre las patas, con
su iridiscencia verdosa algo maltrecha por la terrible experiencia: ¡qué
planeta de bochorno es la Tierra!, pensará, no hay ahí personas felices que se
enamoren, que rían cándidamente al sacarle una foto a un niño que come un
alfajor y es todo dientes y chocolate, que canten canciones en la ducha, que
transmitan fotografías por sus dispositivos transmisores receptores –se puede
decir celu, pero hemos sido impresionados por el encuentro–, y en fin, gentes
comunes con vidas comunes.
La vieja frase de William Maxwell Aitken[3]
sigue teniendo vigencia, y cada vez más las noticias son un compendio de
calamidades.
Empecé este artículo con una cita, y quisiera finalizar con
otra, que fue escrita hace unos años, y parece seguir tan vigente como entonces
–pueden, rápidamente, leer la nota al pie para saber quién y cuándo la
escribió, o tratar de adivinar la fecha, y se llevarán una bonita sorpresa–.
"Es imposible recorrer una gaceta cualquiera, de no importa qué día,
qué mes, o qué año, sin tropezar a cada línea con los signos de la perversidad
humana más espantosa, al mismo tiempo que con las jactancias más sorprendentes
de honradez, de bondad, de caridad y las más descaradas afirmaciones relativas
al progreso y a la civilización.
Cualquier diario, de la primera a la última línea, no es más que un
tejido de horrores. Guerras, crímenes, robos, impudicias, torturas, crímenes de
príncipes o de naciones, crímenes de particulares, una borrachera de atrocidad
universal.
Y con ese asqueroso aperitivo, el hombre civilizado acompaña su comida
cada mañana.
Todo en este mundo transpira crimen: el diario, la pared y el rostro del
hombre.
No entiendo cómo una mano pura puede abrir un periódico sin una
convulsión de asco." [4]
[1] Optamos por un medio
internacional para no cargar las tintas sobre la batalla gobierno / medios
hegemónicos de estos últimos años.
Versión
visitada: http://www.lemonde.fr/international/ el 30/09/2015
[2] Las traducciones son
mías, a mi mejor saber y entender y con una pequeña ayuda del traductor de
Google.
[3]“ Si un perro muerde
a un hombre, no es noticia; pero si un hombre muerde a un perro, eso sí es
noticia”
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