Esta inminencia de una revelación, que no se produce es, quizá, el
hecho estético
JORGE LUIS BORGES
Seguramente, el relato enmarcado[1]
fue una invención de aquellos escritores que, no sintiéndose del todo seguros
de su obra, optaron por decir que lo que irían a contar les había sido referido
por alguien más, o que había caído en sus manos el texto –anónimo en la
totalidad de los casos– que contarían a continuación.
Este caso es, tal vez, un poco más
infame: me entretenía en demorar la finalización de un cortado en jarrito, días
pasados, en el Café La Poesía [2],
cuando llegó a mí el eco de una conversación. Adivina bien el lector al suponer
que ahora leerá “esto es lo que se dijo”:
-
¿Pero,
a vos te parece?
-
¡Claramente!
-
¿Y
cómo lo demostrarías?
-
¿Leíste
“La forma de la espada”?[3]
-
Sí.
-
¿Y
“Dos libros”?[4]
-
También.
-
¡Bien!
Entonces, coincidirás conmigo en que la estructura se parece.
-
¿A
ver?
-
Fijáte,
en “La forma de la espada” empieza un relato con un narrador que –en un gran
esfuerzo intelectual- llamaré NARRADOR #1, a contar cómo conoció al Inglés, un
estanciero despiadado; y de cómo llegó a ganarse su confianza para que el
Irlandés (¡no era inglés!) le cuente lahistoria de su “cicatriz rencorosa”. Ahí,
entonces, este “narrador confidente”[5],
o NARRADOR #2, toma la palabra y nos pone al tanto de la vida de John Vincent
Moon, el protagonista del relato enmarcado. Al final, vuelve a aparecer el
NARRADOR #1, y la historia se desenlaza con un fnal sorprendente. Nos queda,
entonces, una estructura así:
RELATO 1 [ RELATO 2 ] RELATO 1
-
¡Ajá!
Pero la verdad es que no logro engancharlo con “Dos libros”. Ahí, justamente,
reseña un libro de Wells y uno de Russell.
-
Sí,
claro, pero si te fijás bien, la estructura es bastante parecida.
-
¿A
ver?
-
Mirá:
en “Dos Libros”, Borges lo que hace es reseñar brevemente un libro, para
después hablar de otro tema.
-
¡Pero
mirá vos! ¡Es cierto!
-
Bueno,
creo que sí. En las dos partes pasa lo mismo: primero cuenta un poco de qué va
el libro, y luego hace consideraciones sobre otro tema, que además están muy
cercanos: aprovecha a Wells para hablar del nazismo, y a Russell para contar
los orígenes del fascismo. Y en los dos casos, termina con una cita textual de
cada autor. Es decir que tenemos estructuras muy parecidas:
RESEÑA [ NAZISMO ] RESEÑA (CITA)
RESEÑA [ FASCISMO ] RESEÑA (CITA)
-
Ese
es el mismo modelo del cuento.
-
Salvo
por la cita.
-
¡Claro,
sí! Está bien, ¿eh?
-
Seeee…
-
¿Qué?
-
Y,
no sé, ¿vos pensás que le gustará?
No alcancé a oír la respuesta porque
el mozo en ese momento se puso a vociferar un pedido interminable. A mí me
pareció que estaba bastante bien sustentada la hipótesis de este anónimo disertante
de café. De lo que no estoy muy seguro es de si con eso tenemos un ensayo.
[1]
Relato enmarcado: incorporación que se hace de una historia dentro de otra que
se está contando previamente
[2] Bar notable de la ciudad de Buenos Aires, en
Bolívar y Chile, barrio de San Telmo
[3]
BORGES, J.L.; en Ficciones, 1944
[4]
BORGES, J.L.; en Otras Inquisiciones; 1952
[5] El
narrador confidente es una creación
de escritores modernistas como Rubén Darió o Leopoldo Lugones. Lugones lo usó
con maestría en Las fuerzas extrañas.
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