Capítulo 2
Ya
estaba Remo por pedir otro cognac a falta de mejores estrategias para acercar a
Violante hasta su mesa, ya que le gustaba verla en movimiento, en especial el
mecerse de sus caderas en slow motion cuando iba hasta la barra; y mientras
sonreía al leer unos versos
(Como un
río de montaña fui recorriendo tus besos
resultó
que desembocan en un lago helado
profundo
insondable
llegué
tiritando magullado orgulloso