Hablamos hace un tiempo de los “títulos carnada”, en los que si queríamos saber el resultado de un partido, por ejemplo, no nos quedaba otra que hacer clic en el titular.
Ahora bien, independientemente del artilugio para conseguir público a una nota, la información (poca) que nos entrega el título no deja de ser cierta (en ese caso puntual, que un equipo de fútbol obtuvo un triunfo por varios goles).
Sin embargo, en oportunidades nos encontramos con lo que aquí denominamos “título basura”:
DonJohnson fue a ver la nueva película de su hija Dakota y lo echaron del cine.
Quien no sabe mucho acerca de la vida del actor y de su relación con su hija supone que están peleados, que él hizo un escándalo o entró al cine borracho o drogado, algún escándalo así. Y pensamos eso no por malpensados, si se permite la cacofonía, sino por el verbo echar, que en su cuarta acepción según la RAE quiere decir “Hacer salir a alguien de algún lugar, apartarle con violencia, por desprecio, castigo, etc.”[1]
Ahora, ¿cuál es el problema?, se preguntará usted querido lector desprevenido. Pues bien, ni más ni menos que no lo echaron, sino que “fue invitado a abandonar la sala” para hacerle un test de Covid-19. Es decir, hay una enorme diferencia entre echar del cine e invitar a abandonar la sala. Y de nuevo, ¿no sería este un caso de “titulo carnada”? Sí, pero además falsea la información. Genera una expectativa en el lector que luego no está en ninguna parte.
Pero, y esto es lo que más nos mueve a escribir este artículo, es que al pie de la nota, el propio diario La Nación nos informa que está hecha “Conforme a los criterios de The Trust Project”, y enseguida nos presenta un link que aclara qué es ese proyecto:
LA NACION es parte de The Trust Project, una red global de organizaciones de noticias que construyen indicadores de confianza y trabajan con plataformas tecnológicas para afirmar y ampliar el compromiso del periodismo con la transparencia, la precisión, la inclusión y la equidad para que el público pueda tomar decisiones informadas sobre las noticias.
¿Y entonces? ¿La precisión no es tan importante? Porque si un titular intenta captar la atención sin decir todo, en fin, no nos gusta pero al fin del día no nos mintieron para entrar a ver. Pero acá decididamente están engañando al público, siendo imprecisos al utilizar una palabra que indica algo que no ocurrió.
Es una verdadera desgracia que el medio se ponga a decir “somos esto y aquello” y a poco de andar ya nos van engañando para juntar clics. Parece ser que esto de las posverdades, o posmentiras según Nuria Perpinyá en su excelente ensayo Caos, virus, calma[2] está tan internalizado que no importa nada decir algo y sostener que no se ha dicho. Lo hacen con tal desparpajo que dan ganas de no leer un diario nunca más.
[1] REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión 23.4 en línea]. <https://dle.rae.es> 29/11/2021
[2] Páginas de Espuma, 2021
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