El domingo saqué las frazadas y estuve casi todo el día en mangas cortas. Ahora tengo que recular y ponerme buzo y hasta un pañuelo en el cuello (es lo que más rápido se me enfría, después de los pies). Tener algo que me proteja el cuello es como usar un chaleco anti balas.
Creció un tomate donde no lo había plantado, fiel a su costumbre. El tomate es una planta anárquica: vos lo plantás y no sale. Y después va y aparece en cualquier ranura que encuentra.
La flor de azúcar parecía que se moría, pero descubrí que con la lluvia se estaba quedando sin tierra. Y me di cuenta de que tenía poca tierra porque se estaba quedando sin hojas la pobre. Ahora les puse una cortina, porque me parece que el sol directo del mediodía no les sienta bien, a esa y otra muy linda de hojas moradas y flor amarilla y chiquita pero no sé cómo se llama. Yo les digo florcitas.
Y bueno, en eso estamos, querido lector desprevenido, yendo del invierno a la primavera.
Fernando
Setiembre, MMXXI
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