RICARDO ROJAS - Prisión de Ushuaia |
Hay otras artes que expresan ideas y pensamientos. La
pintura. La música. El cine. Pero las palabras parecen preponderar por sobre
todas ellas. [No he visto ninguna crítica de pintura, música o cine hecha con
pintura, música o cine, sino Escritas]
Existe, también, una cuestión de tiempo. El pensamiento, las
ideas, surgen a borbotones en el cerebro. No parece haber un método. Y es
posible pensar en montones de cosas a la vez. Cuando nos dejamos llevar, todo
parece estar claro, creemos que podemos cantar igual que Freddy Mercury cuando
pensamos en la letra de Somos los Campeones. Al cantar realmente, nos damos
cuenta de nuestras limitaciones, y nos damos cuenta que pensamos más cosas que
las que podemos poner en palabra en un mismo lapso de tiempo.
Es lo que le pasa a Johnny Carter, el personaje de El
Perseguidor, de Julio Cortázar.
Les dejo acá un pedacito que copié de internet (al final
está el link)
"-Pasaría un buen cuarto de hora, eh, Bruno. Entonces me vas
a decir cómo puede ser que de repente siento que el métro se para y yo me salgo
de mi vieja y Lan y todo aquello, y veo que estamos en Saint-Germain-des-Prés,
que queda justo a un minuto y medio de Odéon.
Nunca me preocupo demasiado por las cosas que dice Johnny
pero ahora, con su manera de mirarme, he sentido frío." (Cito desde
http://www.literaberinto.com/Cortazar/elperseguidor.htm)
Lo que Johnny dice es que en un minuto y medio pensó cosas que le llevaría no menos
de 15 relatar. Y algo así le pasa cuando toca el saxo. Recomiendo la lectura
completa de la nouvelle, aunque para los fines de este blog (o bien
"diario en internet") [Blog: a journal or diary written for public
viewing on a website and consisting typically of personal reflections,
commentary on current events, etc. arranged chronologically]
-www.yourdictionary.com-, el extracto es suficiente.
Hago referencia a la definición inglesa de blog, porque,
además de todo, las palabras valen por su ubicación, hay una descodificación
contextual. Ejemplo bobo: si leemos defender en una crónica de un partido de
fútbol, leemos defender, literalmente.
En cambio, si leemos Defender en una Land Rover, instintivamente
vamos a decir -o pensar- Difender, ¿nocierto?
Y en estos días he estado leyendo cosas sobre
"Coaching" [Coach: to instruct in a subject, or prepare for an
examination, by private tutoring] ontológico. [Ontología: Parte de la
metafísica que trata del ser en general y de sus propiedades trascendentales.]
Coach puede ser traducido correctamente como
"Entrenador". [Entrenar: Preparar, adiestrar personas o animales,
especialmente para la práctica de un deporte], que viene a ser una mixtura extraña de profesiones e idiomas. Algo así como ser Castellano teacher.
Apelo a las definiciones de diccionario porque son un punto
de partida. Pierce habla de la semiosis infinita (cada signo necesita de otros
para ser definido, para hacer una reducción muy reducida.) Y esto, a su vez, vuelve sobre el tema del tiempo. Podríamos
pasarnos toda la eternidad tratando de definir un vocablo.
Por eso las palabras valen de muchas formas: según su
contexto, según quién las dice, según lo que dice el diccionario , según la época [cuando yo era más pibe,
"celular" era un colectivo de la policía para las "razzias",
y hoy es un teléfono móvil], según el idioma, [red no es lo mismo en inglés que
en castellano], según la edad, la cultura y ¿cuántas categorías más?
En fin, una gran cantidad de palabras puestas en fila
intentando de alguna manera doblegar mis pensamientos.
Salud! y muchas gracias por leer.
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