Por estos días ha cobrado nuevamente una gran presencia en nuestras vidas la historieta "El Eternauta", creada por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López.
También se han visto críticas a la cantidad de anuncios publicitarios que se cruzan en las escenas que les toca vivir a los personajes y que están claramente dirigidas al ojo del espectador. Es lo que se conoce como PNT, y que viene formando parte del mundo audiovisual desde hace décadas. Toda vez que una cámara se detiene, o al menos no intenta ocultar, sobre una marca, es un indicador de que la producción se está haciendo de unos pesos para bancar la obra.
Desconocemos si Oesterheld tuvo o no algún arreglo de esta índole al momento de escribir la historieta, pero sí es cierto que aparecen marcas mencionadas en el guion. Así que va la ilustración como botón de muestra.
Lo que nuevamente nos lleva a la pregunta de si la publicidad debe mantenerse alejada del arte. O de la vida de las personas, directamente, ya que todo el tiempo nos resulta invasiva. Otra forma de nieve tóxica que cae sobre nosotros diariamente, ¿no es verdad?
Fernando
Mayo, 2025
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