Adhyaapak dice que hay que volver a la respiración cuando la mente se distrae. Poner la atención en el aquí y el ahora, dejar pasar los pensamientos como se deja pasar un colectivo que no nos lleva adonde vamos. Adhyaapak dice que es totalmente normal que la mente nos lleve a cualquier parte, que es eso lo que la mente hace. Dice, Adhyaapak, que hay que dejarla y pensar en el espacio que media entre cada inhalación y cada exhalación.
Inhalo.
Exhalo.
Todo lo que ocurre entre ambos momentos es la vida misma, es la energía vital que vibra en cada una de las células del cuerpo.
Inhalo.
Exhalo.
Adhyaapak dice que así vamos llevando la mente a la atención plena, al prestarle atención a nuestra respiración, mirar con atención dónde se hace más notoria. Seguir el leve movimiento del abdomen cuando el aire ingresa, cómo lo acompañan el pecho y las clavículas.
Inhalo.
Exhalo.
Dice Adhyaapak que el momento presente es lo único que importa. Cerrá los ojos, instruye Adhyaapak, dejáte llevar por la respiración, concentráte en ese momento sutil en que el aire deja de salir para empezar a entrar hasta lo profundo de los pulmones. Prestá atención, dice Adhyaapak, a lo automático de la respiración. Pero no intentes intervenir, solamente dejála fluir, suave, a su propio ritmo.
Inhalo.
Exhalo.
Ahora, dice Adhyaapak, vas a abrir lentamente los ojos, y vas tomar consciencia del espacio que te rodea, de la luz tenue del amanecer que ingresa por una rendija de la puerta, del silencio de la mañana cuando los ruidos de la agitación cotidiana todavía no han comenzado. Estiráte todo lo que puedas, pide Adhyaapak, como si fueras un gato que se levanta de su sopor.
Inhalo.
Exhalo.
El día ahora comienza.
Fernando
Abril - MMXXI
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