Una gran cantidad de cosas ocurren
repetitivamente. Cada año asistimos a los mismos hechos, en el mismo día, a la
misma hora. Incluso acontecimientos extraordinarios, como el 29 de Febrero, se repite,
de manera monótona, el 29 de Febrero.
Aún la Primavera, que tanta alegría nos causa,
no deja de ocurrir cada 21 de Septiembre. Así también festejamos cumpleaños,
aniversarios, lustros, décadas y siglos, ¡Ni que hablar de los milenios, aún
con sus misteriosos trastornos como el fin de los tiempos o el Y2K!
Los humanos, por no ser menos, tenemos también
nuestras rutinas; muchas de ellas debidas a la biología, contra las que poco
podemos hacer –con suerte, dejar de respirar unos escasos minutos-, y otras
hechas apropósitamente, como el trabajo, la escuela o ir al psicólogo, y acaso
algunas más placenteras como encontrarnos con amigos, novias, practicar algún
deporte.
Ocurre, eso sí, que las tales rutinas suelen
aburrirnos, y hasta agobiarnos. E intentamos, desesperadamente, romperlas.
Muchos, tenemos la suerte de haber creado la rutina de las vacaciones…
Otras veces, nos creamos rutinas que son
perniciosas, como fumar, comer mal, romper cosas y algunas otras bellezas por
el estilo, provocando de este modo la aparición de “siempre el mismo discurso”. Nos aburre que siempre nos recalquen
lo mismo, pero no parece aburrirnos el seguir ejecutando las accionas que
provocan el tal recalcamiento -o recalcación, si se prefiere.
Uno de los métodos de aprendizaje más
arraigados en la historia de la humanidad es la repetición, y aquellos que
fuimos educados dentro de los esquemas de dichos métodos, solemos repetir lo
que aprendimos.
El problema que se nos plantea es cómo romper
con las conductas que generan inconvenientes para nosotros mismos, a la vez que
afectan a aquellos que nos rodean y conviven con nosotros. La difícil tarea de
la vida es pasar siempre por los mismos lugares, y descubrir cosas nuevas en
esas repetidas vueltas, sin sentirnos aburridos o agobiados.
Mientras tanto, lo más probable es que el mismo discurso siga repitiéndose.
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