La lectura de los
cuentos que integran Señora Planta
(Cecilia Ferreiroa, Blatt & Ríos; Buenos Aires; 2016) nos lleva a mirar más
de cerca el modo en que nos relacionamos con las personas: amigos, parejas,
familiares, conocidos y hasta con desconocidos.
Con sus matices,
estos cuentos nos llevan a interrogarnos acerca del modo en que nos definimos
como personas. ¿Nos identificamos con el otro? ¿O, mejor, nos definimos por
oposición? En una primera lectura, estamos tentados a pensar que los personajes
se definen más por oposición que por asimilación a las características de las/los
protagonistas del libro.
En cuanto a la
escritura, diremos que salvo tres de los diez cuentos que forman el volumen
(“Señora Planta”, “Las novias de Diego” y “El visitante”) todos los relatos
están contados en primera del singular, con una narradora femenina, que no se
identifica con un nombre. El fraseo es corto: predomina el uso del punto
seguido para separar las oraciones. Y la sintaxis es tradicional, no llama la
atención sobre sí. Es decir, entendemos que Ferreiroa nos plantea que las
preguntas están en otro lado en sus cuentos y no tanto en la escritura misma.
Que, de cualquier modo, cumple la función de facilitar la intriga del lector
para determinar qué es lo que está pasando en cada historia.
Por otra parte,
en los cuentos “La vuelta mala”, “Señora Planta” y “Lluvia” el agua es
determinante. Para bien o para mal, en esas historias los personajes se verán
inmersos en luchar contra la corriente, que en diversas formas los pondrán de
frente a sus temores, sus sueños, sus fracasos.
De regreso a lo que
decíamos al comienzo, la mayor parte de los cuentos se plantea desde el modo en
que sus protagonistas se ven en relación a los co protagonistas. En efecto, salvo
en los que no están contados en primera persona, en todos los otros el
contraste, la tensión entre las amigas, la oposición entre unas y otras va
perfilando las historias.
Valeria
y yo íbamos y veníamos por el parque. Nos lastimábamos todo el tiempo, nos
embarrábamos. Mirábamos el río correr y llevarse cosas. Observábamos bichos y
pájaros. Ella tenía un libro de pájaros que a mí me encantaba. Tenía las
imágenes y algunos rasgos de su comportamiento. Jugábamos a identificarlos y
competíamos a ver quién lo hacía primero. Muchas veces yo decía cualquier
nombre, con tal de decir algo. Valeria, en cambio, siempre decía el nombre
correcto. (“La vuelta
mala”, págs.. 15-16)
En este párrafo
podemos ver cómo se dan los temas mencionados: frases cortas, tensión entre las
amigas, comparación por los opuestos.
También es
posible ver este tema de los opuestos en el cuento “Talle 12”, donde la
narradora protagonista se cruza con una desconocida en un micro, que le va
contando la relación tensa con su hija adolescente:
Terminamos
cansándonos una de la otra. Lo espantoso era cómo me hacía verme a mi misma,
con todas mis imposibilidades, que eran también las de ella”. (“Talle 12”, pág. 31)
Esta tensión, en
este caso aportada por una desconocida, se va a mantener a lo largo de todo el
libro –con excepción del cuento que da nombre al volumen- y va a desembocar en
“El visitante”, único cuento con un protagonista masculino y que ronda el trhiller psicológico.
En síntesis, Señora Planta es un conjunto de cuentos
que explora cómo se definen los personajes: como hemos dicho, los cuentos
narrados en primera persona por mujeres que no tienen nombre, a diferencia de
los que están en tercera; de qué manera entienden –o intentan entender- las
relaciones que mantienen, cómo se comportan frente a las calamidades. Y casi
siempre nos queda la duda de cómo lo consiguen.
A nuestro juicio,
hay una apuesta a la madurez de las relaciones, como este posible diálogo entre
“El visitante” :
Ese
hombre en su baño ya no le resultaba ajeno ni amenazante, lo sentía cercano e
íntimo, como un hermano. (Pág. 150)
y “Las novias de
Diego”:
como
esas amistades hechas de grandes, que se asientan en intereses comunes, en
vidas comunes. (Pág. 135)
No por nada,
creemos, estos son los cuentos que cierran el libro.
Fernando Berton
Mayo, 2018-05-25