Mama, take this badge from me
I can't use it anymore
It's gettin' dark, too dark to see
Bob Dylan – “Knocking on heaven’s door”
Lo miramos en silencio. Riqui tardó más o menos cuatro minutos en llegar desde la puerta hasta la mesa. Se agarraba de las sillas, y arrastraba el pie derecho. Tenía un ojo hinchado, moretones en toda la cara, los labios partidos y le faltaban dos dientes. Rómulo, no bien lo vio entrar, le trajo una bolsa con hielo para que se pusiera en la cara. Tardó cuatro días en poder hablar. Nos contó que se agarró con otros detenidos. Tenía también dos costillas fisuradas y un dolor tremendo en los riñones por las patadas. Meaba sangre bastante seguido.
Rómulo trajo una cerveza. Invita la casa, dijo, y le acarició el pelo a Riqui. Algunos dijeron que lo vieron llorar. Yo no, así que no puedo asegurarlo. Lo que sí sé es que unos días después mandó un boga a la taquería para averiguar por qué lo habían tenido tanto tiempo a la sombra si solamente era averiguación de antecedentes. Medio lo sacaron cagando, le dijeron que no valía la pena perder tiempo con un cogote como Riqui, que no gastara pólvora en chimangos, así le dijeron.
Yo me calenté para la mierda. Llamemos a la tele, le dije al boga. Al principio se rió. Creo que pensó que era medio boludo, yo. Después me dio la razón, así que agarró el expediente y se fue al canal de noticias policiales. En menos de veinticuatro horas estaba el asunto en boca de todos, y la cara desfigurada de Riqui se hizo famosa.
La rati que nos mandó en naca fue la primera en caer. A poco de averiguar, saltó que la tipa coimeaba a todos los negocios a cambio de “protección”. No se llegó a demostrar, pero se comentaba que era, ella misma, transa. O sea, no que cobraba por liberar la zona, vendía directamente.
De ahí para arriba cayeron todos y la comisaría quedó descabezada, casi casi la tuvieron que cerrar. Al tira mayor le encontraron una pequeña fortuna, varias casas y departamentos y hasta un prostíbulo que ni siquiera tenía un matafuegos.
Vayamos por más, hasta gobernador no paramos, dijo el boga en un arranque de valentía o de fanatismo. Vamos, dijo Riqui, yo los quiero hacer cagar a todos. Nos quedamos un poco sorprendidos. Era como mucho. Riqui se dio cuenta. Mañana voy a La Plata, dijo, ¿quién se prende? Nos miramos en silencio. A las diez en Constitución, dijo, el que quiera venir, bien, y si no, que la chupe.
Fernando
Diciembre, 2022
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