<Intermedio>
Trabajando así, como una hormiga, voy acercándome poco a poco a mi auténtico yo. ¿Cómo te lo diría? No puedo explicártelo bien, pero sería algo así como que, al no pensar en mí misma, paradójicamente, fuese aproximándome a mi interior.
Haruki Murakami – El pájaro que da cuerda al mundo
Cada mañana me levanto para luchar contra la tristeza. Pensar estas cosas mientras tomo un café en el bar me ayuda a enfrentarla, o ahuyentarla por un rato, ¡fuera de aquí, a la cucha!, y encarar la jornada con otro ánimo. No necesariamente mejor, solamente otro.
Recordar es recrear. Mejor, es volver a vivir, dialogar con esos momentos; incluso, hacer nuevas evaluaciones, en especial de esas remembranzas que brotan de pronto cuando menos me las espero, porque los recuerdos no siempre están dirigidos, a menudo aparecen por su propia voluntad, digamos así.
En cualquier caso, sea que son a propósito o auto evocados, recordar implica salir por un momento del presente para ir a dar a una realidad virtual sin necesidad de un anteojo. Y este tramo, además, está siendo escrito en un cuaderno, sin necesidad de electricidad, contraseñas, redes wi-fi. La lapicera es la interfaz entre la memoria y el papel. Después irá a parar a un servidor, claro, pero ese es otro tema.
Fernando
Diciembre, 2022
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