La hora la contaba un reloj con segundero ruidoso
Tatiana Goransky
Encuentro con Voggart – 15 de junio
Espero el ascensor hace bastante. No sé cuánto. Cinco, diez, noventa minutos quizás. Llegaré tarde otra vez y no podré poner al ascensor como excusa. Argumentarán que tendría que haber bajado por la escalera, preguntarán si soy tonto o si creo que ellos lo son o las dos. Diré que no, que se dificulta bajar dieciocho pisos por la escalera, por el desgarro, ustedes ya saben. Me mirarán con sorna. Me despedirán.
Pienso si no será mejor quedarme. ¿Ir a la oficina para que me echen? No, gracias. Prefiero evitar el mal trago.
Llega, finalmente, el transporte vertical. Cuando estoy por cerrar la puerta, escucho una voz firme: ¿baja?, y el aire del palier se inunda de un perfume floral, como si me hubiera transportado a un free-shop.Fernando
Noviembre, 2022
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