Villa Trigales era, en algún sentido, un modelo de cómo quedaron las ciudades, con el Hospital y el Centro de Investigaciones como únicos edificios con todos los servicios disponibles: electricidad, gas, agua potable por red, internet, teléfono. El resto eran conglomerados o pequeños pueblos con economías de subsistencia o bien satélites para mantener el Hospital y el CDI. El comercio había desaparecido, así como los conceptos de intercambio, dinero, cadenas de valor. Se hacía el trabajo que había que hacer, tanto para conseguir alimentos, vestimentas, vivienda; como mantener la salud y las investigaciones eran primordiales, todas las habitantes formaban comunidades que periódicamente cambiaban de actividad para evitar el aburrimiento, la alienación y, de paso, contar con un respaldo en caso de fuerza mayor. Formaban familias a partir de una pareja que era controlada genéticamente por el CDI, que buscaba evitar la consanguinidad, una vez que cumplían los dieciocho años, y poco después tenía lugar la ceremonia de fecundación, ritual que se repetía en todo el mundo, aún con las particularidades de cada población.
El CDI de Villa Trigales fue el primero en conseguir la generación de individuos XY a partir de la alteración artificial del ADN por medio de una enzima que se introducía en la cigota poco después de su formación. El logro lo había conseguido en ratas y conejos, y se disponía a experimentar en monos y grandes simios antes de hacerlo en humanos. Hubo grandes celebraciones en todas partes, al punto de reflotar temporalmente las transmisiones televisivas, para mostrar los resultados, explicar brevemente la técnica, crear comisiones para llevar los protocolos a otras ciudades y, finalmente, unas horas con flashes de los distintos festejos. La transmisión final estuvo a cargo de la Investigadora Jefa del departamento de Biotecnología del CDI de Villa Trigales, para aplaudir el gran avance conseguido, renovar las esperanzas en la recomposición de la raza humana y hacer un llamado a tener paciencia, puesto que no se pasaría a las pruebas con embriones humanos hasta tanto no se cumpliera exhaustivamente con el protocolo. El último párrafo lo dedicó a explicar que, si bien todos los individuos nacidos a partir de la aplicación de esta técnica eran totalmente saludables, al mismo tiempo eran estériles, sin que eso afectara sus capacidades sexuales en modo alguno. En consecuencia, se pasaba a la etapa de experimentación en primates como un modo de perfeccionar la técnica, experimentar en seres más parecidos a los humanos, y al mismo tiempo se mantenía el trabajo en ratas y conejos en búsqueda de una solución a la esterilidad. Y subrayó que de ninguna manera debía pasarse a la etapa humana si no estaba resuelto este punto. Agradeció en varios idiomas, invitó a las investigadoras a una conferencia en línea en una semana, y dio por finalizada la transmisión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario