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sábado, 20 de marzo de 2021

El futuro llegó

Todo llega, querido lector desprevenido, así que, como anticipamos en Tu aliento vas a proteger, va nuestra reseña de Los accidentes geográficos.(Obloshka, Buenos Aires, 2021, 172 páginas)

La novela de Flor Canosa está muy bien escrita, y nos sorprende desde lo estructural, porque los capítulos sucesivos se van mechando en distintos lugares, básicamente Oslo, Roma, Manta y Buenos Aires; Europa y Sudamérica. Y cada uno de esos lugares muestra un aspecto de los protagonistas, Greta y Henrik, un matrimonio en las últimas.

A la vez es una novela que pone la escritura como elemento importante a la hora de pensar lo que pasa: Greta dice que los maridos terminan siendo como los perros, ven a sus mujeres en tonalidades de grises, sin variación. Los amantes ven toda la escala cromática, ven a sus amadas en Full HD allí donde los maridos apenas consiguen una visión analógica. (Pág. 47)

Elabora todo el tiempo sobre las personalidades que mutan de acuerdo al lugar donde estén, sobres los yóes y sus circunstancias.

Sin embargo, no puedo avanzar. La novela está, para mi gusto, demasiado amarrada a las capacidades narrativas de Canosa, que las tiene y de sobra. Con un bellísimo oxímoron, nos sorprende en la página 67 al decir “¿Qué es lo que no le cierra de su amante abierta?” Y cuando digo demasiado amarrada a las capacidades narrativas quiero decir que está sobre explicada, ese narrador omnisciente todo lo sabe de todos los personajes, principales y secundarios. No hay misterio. No hay espacio para la imaginación del lector porque está todo dicho. El episodio en que Giovana, amante de Henrik, hace mención al uso demasiado frecuente de Viagra es un ejemplo palmario: no queda lugar a dudas de lo que pasa.

Así es que, lector desprevenido, no logro terminar con esta novela, y no creo que lo haga. El momento más álgido, el que más conmoción me provocó fue, en realidad, una cita a un texto de John Berger. Pensé que en la segunda parte, que comienza con un bello epígrafe de Ricardo Piglia acerca de la lectura, las cosas podrían cambiar. Pero todo sigue igual. “Esto piensa Greta, de forma menos ordenada o poética mientras pasa la noche en vela en el sillón de su hermana”, dice en la página 96. Y así es todo, siempre sabemos lo que piensan los personajes.

Entonces, no podemos recomendar ni leer ni no leer Los accidentes geográficos. Es una especie de Sit-Novel, donde no hay acción, sino solamente escenas, al estilo de las comedias situacionales norteamericanas. Y nos encontraremos con una escritura bella, muy lograda. Pero lo que es a nosotros, no nos cuadra, se queda en el intento.

 

“Les prometí una Invención y Muerte del Personaje, y ya estarán ustedes mandándome a todos los diablos por estas dilaciones cuya sola finalidad es la de hacerles entender cuánto había en mí de viviente antes de aquella pavorosa transformación.”

 

Eso les dice el Personaje al astrólogo Schultze y a Adán Buenosayres en la novela de Marechal, y define exactamente lo que nos pasa con Los accidentes geográficos.

 

Fernando

Marzo, MMXXI



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