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- ¿Vieja, no viste dónde dejé mi inspiración?
- No viejo, ni idea. Pero tené más cuidado, Cholo, ya es la tercera vez en la semana que la perdés.
- Ya sé, pero busco y busco y no aparece.
- ¿Le preguntaste a tu Musa?
- Si, varias veces.
- ¿Y qué te ha dicho?
- Nada interesante.
- ¿No será que esta enculada?
- Yo que sé.
- Bueno, fijáte, vos sos medio desastre, también.
- ¡Eh! ¿Qué decís?
- Que te fijes cómo tratas a la pobre. Cuando te dice cosas mucho jijiji de aquí, jajaja de allá. Pero cuando no, no sos capaz de mandarle ni un saludo.
- ¿Y yo qué culpa tengo? ¡Que se vaya a quejar al SUMURA!
- ¿Lo qué decis?
- SUMURA
- ¿Y eso?
- Sindicato Único de Musas de la República Argentina.
- Claro vos arreglas todo fácil. No se trata así a una Musa. Son seres delicados, sutiles, etéreos.
- Yo tengo una sola, no es estéreo.
- ¡Ah! ¡Qué chistoso! ¿Te comiste un payaso?
- No, pero ahora que lo decís, ¿qué hay de cenar?
Fernando
Diciembre, MMXX
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