Comprar RELACIONES

Comprar RELACIONES

martes, 12 de septiembre de 2017

Juegos literarios - Lectura de una novela

Luto; Scott, Edgardo; Emecé; Buenos Aires; 2017


Para encarar la lectura de Luto, última novela de Edgardo Scott, vamos a considerar fundamentalmente dos cuestiones (antes de plantear un juego sobre el final del artículo):

1.       La forma
2.       El nivel “indicial” de ciertas referencias a lo largo de la narración

1.       La forma en ­Luto
Por cómo se nos presenta, Luto es bastante sorprendente. En efecto, encontramos que la novela se divide en tres partes: la primera consiste de un único capítulo titulado “Un día cualquiera”, y que nos cuenta el dilema trágico que se desarrollará a lo largo de las seis página que dura.
Enseguida empieza la segunda parte, llamada “Luto”. Segunda parte que ocupa siete capítulos, cada uno de los cuales se subdivide en apartados iguales, repetidos en el mismo orden siempre, desde el uno al siete: Baldío, Hija, Perros, Negocio, Películas, Genoveva, Noticias, Negros, La mujer de la retacería.
Así, siete veces. Porque dura una semana (siete fueron los días que según la leyenda bíblica le demandó a Dios la creación del mundo), podría plantearse rápidamente. Pues no, porque la historia transcurre a lo largo de, por lo menos, siete años. Y ahí tenemos una primera clave.
La tercera y última parte, llamada “Una noche muy fría y estrellada”, a lo largo de cinco páginas resuelve la historia de su protagonista, Chiche, y por cuyos ojos vemos la mayor parte de los acontecimientos de ­Luto. Seis más cinco da once. Siete más dos da nueve. Once menos dos también da nueve. Pero siete más tres es diez. Y entre todos esos números tenemos una segunda clave.

2.       El nivel indicial en Luto
¿Es Luto una novela policial?
No, no es.
¿Es una novela de acción?
Tampoco.
¿Es una novela romántica?
Menos todavía.
¿Es una novela existencialista?
Yyyyyy… capaz de ser, diría un paisano.
¿Tiene algo de El extranjero, de Camus?
Algo. Un cierto lenguaje blanco, pero no porque se parezca mucho. Tiene un aire, digamos.
¿Y entonces qué es?
Podemos decir que, sin ser policial, bien podría ser una novela de “policiales”. Es decir, la sección “policiales” de un diario. Todos los apartados “Noticias” son noticias policiales. El constante machacar de los robos, atracos, crímenes, violaciones y demás que habitan en diarios, radios y canales de televisión de forma continua.
Y como tal, Luto nos plantea “enigmas” de una manera diferente al policial clásico, y aún del policial negro. Digamos que en la primera parte está todo, a la manera del policial inglés, y que después uno tiene que ir descubriendo de qué va la cosa. En esa primera parte nos encontramos con un narrador que alternativamente nos cuenta lo que pasa con Chiche, luego con su mujer (que no tiene nombre), con los ladrones.
La historia va y viene, se detiene en acciones y por último sí, al contar el desenlace en el que muere la mujer de Chiche, es pura acción.
Luego, durante ciento ochenta páginas, asistimos al luto, que parece no tener fin para Chiche.
Y aquí, querido lector desprevenido, es que iniciamos este juego literario. ¿Qué pasará? ¿Por qué Scott nos plantea su novela de esta manera? ¿Qué ocurrirá en las páginas 170, 173, 179, 184 y 192 –por citar algunas– que nos darán indicios del final?


Bueno, ese es el juego, que leas por ahí y me digas si no son esos los momentos –algunos de ellos– que nos permiten inducir lo que ocurrirá.



Fernando Berton
Setiembre, 2017

No hay comentarios:

Entrada destacada

Inteligencia Artificial

¡Hola! Soy el robot, ¿cómo estás? ¿Cómo puedo ayudarte esta mañana? Tengo un sinnúmero de funciones entre las que se pueden contar ayuda fi...