Andrés Neuman (Foto; Página12) |
Pre Data 2: Hasta hoy al mediodía, desconocía la existencia del escritor Andrés Neuman.
Pre Data 3: Leí una entrevista que le hace Página/12 en su edición del 12 de Noviembre de 2012., que menos mal no es leído por los Mayas, porque de semejante fecha te pueden llegar a sacar un fin del mundo como decir que San Lorenzo e Independiente se van al descenso sin remedio.
Pre Data 4: Lo que estoy a punto de acometer es un comentario sobre la entrevista que leí en el susodicho periódico y no sobre la novela, que no he leído.
Dice Neuman, en un momento de la entrevista, que uno de los personajes lee cosas que tienen que ver con la enfermedad, que tiene menos discurso que el amor, y comenta, entonces, una de las lecturas del personaje Elena:
"Geoffrey Gorer que recoge Philippe Ariès en su Historia de la muerte en Occidente, vincula el tabú de la represión sexual del siglo XIX con el tabú del duelo en el siglo XX; asocia la sensación que tenía el individuo en la época victoriana con respecto a la masturbación con la persona que está elaborando el duelo en la actualidad y tiene que hacerlo a escondidas"
Neuman nos cuenta aquí que su dolor por la muerte de la madre tuvo que gestionarlo en la intimidad, que no hay mucho espacio en nuestra sociedad para decir ufa, me duele (¿será duelo, acaso, una derivación de "duele"?), pero no puedo andar diciéndolo por ahí.
Pensaba en la salud de los enfermos, de Cortázar, una genialidad atravesada de una fina ironía y un sentido del humor tremendo al que nos tenía acostumbrados el gran Julio. No sé muy bien si relacionarlo, además, con el año de la muerte de Ricardo Reiss, de José Saramago, porque me parece un poco más lejano. Es que tanto Cortázar como el viajero portugués nos hablan de los muertos. O sea, cuando ya está, no hay más vuelta que darle. Y Neuman se refiere -en su entrevista, claro, recordemos que no he leído la novela-; a la enfermedad.
Dice en otra parte:
"Para
elaborar el duelo, para afrontar ese daño, necesitás narrar, hablar, decir. Me
parece muy necesario ficcionalizar esa situación porque la enfermedad crea un
problema narrativo en el interior de cada familia."
Dice esto, porque nos cuenta que no hay mucha literatura sobre los procesos de enfermedad. Y es por eso que menciono y al mismo tiempo no sé si mencionar a Cortázar y a Saramago como ejemplos, ya que no hablan tanto de la enfermedad, sino más de la muerte.
Y digo yo, en última instancia, que en otro momento de la entrevista el autor menciona la incapacidad de las sociedades modernas de manejar estos procesos (enfermedad - muerte - sanación), por la escasez de ritos y el exceso de tecnología.
Aquellos que me conocen un poco, saben de mi creencia en que este hombre que somos llegará a crear un MP25, pero será incapaz de desvelar los secretos de la vida y la muerte, del amor y de la poesía hasta tanto no se las ingenie para entender su imposibilidad de explicar su tremenda necesidad de decir en lugar de sentir el deseo por el ser amado, por la lágrima que celebra una luna llena, un amanecer o un puente de urracas que unen el cielo y la tierra, ese pasaje desde lo más alto a lo más bajo y viceversa, que son, ni más ni menos, nuestras pequeñas existencias.
Canal de Panamá |
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