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martes, 9 de octubre de 2012

Memorial del Convento




...y sólo la oyeron (la predicación) los fieles que más cerca estaban. Sin embargo, si es cierto que el hábito no hace al monje, lo hace sin duda la fe, cuando los que asisten a la misa oyen hielo, ya saben que el predicador ha dicho cielo, si eterno infierno, si visto Cristo, si dos Dios, y si nada más oye, palabra o eco, es que se acabó el sermón y ya podemos irnos.


Memorial del convento, José Saramago: Buenos Aries, 2010, Aguilar, Altea, Taurus, Alfaguara S.A.; Pág. 286

Chove. Há silêncio.


Chove. Há silêncio, porque a mesma chuva
Não faz ruído senão com sossego.
Chove. O céu dorme. Quando a alma é viúva
Do que não sabe, o sentimento é cego.
Chove. Meu ser (quem sou) renego…

Tão calma é a chuva que se solta no ar
(Nem parece de nuvens) que parece
Que não é chuva, mas um sussurrar
Que de si mesmo, ao sussurrar, se esquece.
Chove. Nada apetece…

Não paira vento, não há céu que eu sinta.
Chove longínqua e indistintamente,
Como uma coisa certa que nos minta,
Como um grande desejo que nos mente.
Chove. Nada em mim sente…


Fernando Pessoa

sábado, 6 de octubre de 2012

Una HIstoria de Amor IV



       Sueña el imaginaro infantil, y pone la imagen de la amada por sobre un solcito pintado así nomás, a las apuradas, entre tanta otra pintura al paso.

       A ella la dibuja en su momento de éxtasis, los ojos cerrados, los labios húmedos, como recordando un beso que tardó en llegar y tardó en irse.

       Entiende que las cosas no son del todo así, ni del todo de la otra manera. Se encuentra con la miseria de saber que está escribiendo la más maravillosa historia de amor del universo,   pero que no puede salir de la monotonía en la que se encuentra desde hace ya varios meses. El rojo intenso dio paso a los violetas profundos. Los sonidos se alejan irremediablemente, y su historia ya no está en el centro de tensión de cada mañana.

      Despierta otra vez en el encierro de su cuarto, y escucha el canto de la voz de ella en su oreja, mientras las caricias suavizan los gestos perfilados después del despertador, y las cosquillas van y vienen en un desconcierto de risitas y lagañas, pero sin dar paso a algo más profundo, mas ventral o ni siquiera de hectómetro.

      Ellos salen, finalmente, a la calle, porque la vida continua y se come todas las cosquillas que se han hecho desde el comienzo de los tiempos. El sol está subiendo por las paredes de los edificios, con sus rayos retorcidos por el dolor de estómago de la noche sin cesar que ha pasado por el otro lado del mundo. Y ahora otra vez le toca trabajar acá, y darle apoyo a esa imagen del recuerdo placentero mientras él estaba ocupado en alumbrarle la lectura a la luna, que otra vez no ha terminado el libro y quedará para mejor oportunidad.



martes, 2 de octubre de 2012

¡Gracias, Mario Trejo!




Labios libres     



Al cabo de las tierras y los días
de horarios y partidas y llegadas
y aeropuertos comidos por la niebla
enfermo de países y kilómetros
y rápidos hoteles compartidos

Luego de esperas
prisas
y rostros y paisajes diferentes
y seres encandilados por el olvido
o abiertamente besados por la vida

Después de aquella amada
y esa otra apenas entrevista
mujeres cogidas por mi soledad
y ahogadas por las bellas catástrofes

Luego de la violencia y el deseo
de comenzarlo todo nuevamente
y los errores
y los malentendidos cotidianos
y los hábitos torrenciales del trópico
y noches acariciadas por el alcohol
y tabaco fumado con tanta incertidumbre

Al cabo de un nombre que no me atrevo a decir
y de alguien que yo llamaba Irene
de cierta voz
cierta manera de clavar los ojos
al cabo de mi fe en el entendimiento de los hombres
y en el corazón de ciudades y pueblos
que nunca sabrán de mí

Luego de tanta tentativa de huirme o enfrentarme
y comprender que estoy solo
pero no estoy solo
al cabo de amores corroídos
y límites violados
y de la certidumbre de que toda la vida
no es más que los escombros
de otra que debió haber sido

Al cabo del hachazo irreparable del tiempo
sólo puedo blandir estas palabras
esta obstinación de años y distancias
que se llama poesía.

(Nos dejó el 13 de Mayo de 2012, y un poema tan hermoso como el que cito más arriba, que escribió para mi, acaso sin saberlo del todo)

Sombra de un solitario



Hace muy poquito, recomendè aquí mismo la escucha de un disco de 1978.

Esta letra (bastante pobre, por cierto, pero es lo que encontré a estas horas), es el último tema del dicho LP.

Busquen, si tienen ganas, la versión completa. El par de versos que pongo aquí representan mi estado de ánimo en estos días.

"In the shadow of a lonely, lonely man
I can see myself...

(Looking out of nowhere...Looking out of nowhere...)

But the sound of the crowds when they come to see me now,
Is not the same.
And the jest of it all is I can't recall my name.
But I cling to a hope till I can't hold on anymore...anymore...
And for all the acclaim, I am all alone!"




¿Educacion o buenos modales?

Encontré esta foto en Google + (https://plus.google.com/u/0/117817647390390313515/posts), publicada por Josè Miguel Ferrero (a quien no conozco, pero le agradezco la publicación)

La verdad no sé muy bien si se trata de educaciòn o de buenos modales. Y tampoco sé  si una cosa lleva a la otra. He visto (y sufrido) gente muy educada y con muy malos modales.

Comenté en ese post que me recuerda al disco de Leon Gieco "Por favor, perdón, gracias", fòrmulas de cortesía, simplemente. No hace falta ir a la universidad para ser cortés.

Y en la imagen, entonces, vemos expresada de una forma muy gráfica cómo un simple gesto consigue más que un montón de títulos.

Estoy un poco sensible últimamente, y me he reconocido en ese ser despreciable que paga $40 por un café.

Espero poder salir de ahí.

¡Salud!

sábado, 29 de septiembre de 2012

Bla ma fuete


    En Balcarce y México está la nueva figura del Paseo de la Historieta. En este caso, el viejo Larguirucho, que era tanto bueno como malo, según soplara la imaginación del autor.
   
   En efecto, a veces era re amigo de Hijitus (siempre del lado de los "buenos") y Oaky -que andaba, a veces en el límite de la legalidad-; como también un conspicuo miembro de la banda de Neurus (siempre del lado del mal) y sus secuaces, entre los que contábamos al melancólico Pucho, que de la nada pelaba un bandoneón y entonaba, generalmente, el mismo tema: Pobre arrabal, no sin antes anunciar "estamos pirdidos, profesor, este que"


Los locales de la zona, como puede apreciarse, se están adaptando a la nueva escenografía, y decoran sus fachadas con algunos personajes, para el caso, de García Ferré.
Ojalá la Ciudad siga con estas iniciativas, y dedique un poco de esfuerzo a limpiar un poco más esta y otras zonas verdaderamente turísticas.
Mientras tanto, en alguna tardecita soleada, se puede aprovechar a dar una vueltita, sacar unas fotos y tomar algo en la vereda, antes de que se haga muy de noche.



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