las calles recorridas con jadeo no sirven
para conquistar las galias
por más rubicones que uno cruce
serán de mañana las verdades incunables
a la tarde ya estamos muy cansados
hartos
más bien
diría yo
si se me permite la intromisión en primera singular
pero no siempre estaré yo de acuerdo con mis propias decisiones
la verdad es que es mejor dejarse estar
apoyar la cabeza en un vientre que sube y baja al ritmo de la sístole / diástole / auricular / ventricular / pulmonar
el paciente presenta una obstrucción severa con arranques de ira importada del norte o de belfast no se sabe bien
pero cada noche
eso sí
de manera irreprochable
trueca sus vigilias en sueños
sus deseos en verdades
construye realidades a medias
y pasa de un estado a otro sin más trámite
con caracteres tipográficos transitivos
y recursos transitorios para soliviantar la soledad
que llega de madrugada generalmente
cuando al tener que levantarse
resulta irrefrenable el deseo
entonces se da uno cuenta de que ya nada tiene sentido
ni las agujas del reloj
ni las pantallas digitales
ni las huellas dactilares
ni las claves fiscales
ni tan siquiera el recuerdo de una tarde amable
nomás la cabeza apoyada en un vientre
que sube y baja
mientras el pulmón respira
mientras el corazón late
mientras la tarde transcurre
sin pensarlo demasiado
sin hacer mucho bardo
síntoma
de un momento de desazón
¿para qué más?
Fernando
Diciembre, MMXXI
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