Sombras chinescas

algunas veces no funciona el proyector, y entonces tenés que arreglarte con lo que tenés: una vela, una pared blanca, algunas manos (dos son suficientes), un poco de imaginación.

entonces podés lograr representar un monito, un perro, acaso un conejo y hasta unas palomas enamoradas (¿sabemos si las palomas se enamoran?)

no sé qué tan consciente estaba Platón acerca de los chinos y sus sombras mientras escribía su famosa alegoría, pero ciertamente pensó en una producción bastante mayor que la simple sombra de nuestras manos sobre una pared y una apelación brutal a creer que la imagen de la imagen es lo que verdaderamente vemos proyectado ahí.

por cierto, los chinos no tenían idea de la existencia de Platón, o al menos eso creo. ¿quién gastaría tanto en una muralla que se ve desde la luna si podía arreglarlo todo con una simple caverna y un fueguito?

¡salud!