El tallo de la copa debe ser lo suficientemente largo para poder tomarlo con los cuatro dedos de un lado y el pulgar del otro.
La intensidad del beso debe ser lo suficientemente incorpórea para permitir darlo con los dos labios por un lado, y la lengua por el otro.
El tamaño de la copa debe ser tal que quepa en el hueco de la mano, a semejanza del tamaño de los senos.
El recorrido del beso por los senos debe ser desde la base hacia la cima, y luego el recorrido inverso.
El sabor del vino debe permanecer unos instantes entre el paladar y la lengua, y restañar el último fragmento del aroma con un breve y enérgico chasquido de la lengua.
El final del beso en el seno debe permanecer por un instante con los labios puestos para pronunciar la o, y sostener el pezón entre los dientes mientras se lo ejercita con la lengua.
El trago de vino se completa con la exclamación ¡Salud!
El beso en el seno se completa con la exclamación ¡Qué placer, por dios!
La intensidad del beso debe ser lo suficientemente incorpórea para permitir darlo con los dos labios por un lado, y la lengua por el otro.
El tamaño de la copa debe ser tal que quepa en el hueco de la mano, a semejanza del tamaño de los senos.
El recorrido del beso por los senos debe ser desde la base hacia la cima, y luego el recorrido inverso.
El sabor del vino debe permanecer unos instantes entre el paladar y la lengua, y restañar el último fragmento del aroma con un breve y enérgico chasquido de la lengua.
El final del beso en el seno debe permanecer por un instante con los labios puestos para pronunciar la o, y sostener el pezón entre los dientes mientras se lo ejercita con la lengua.
El trago de vino se completa con la exclamación ¡Salud!
El beso en el seno se completa con la exclamación ¡Qué placer, por dios!
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