Capitulo 7
Ochenta y siete años antes, las noches no eran tan
sensacionales ni quedaba uno encajonado entre las nubes y el cordón de la
vereda. Una vez supo que para los españoles vereda era un arcaísmo, que ellos
dicen acera. Será, pensó, pero acá es vereda. O vedera, si se quiere. Porque si
digo acera seguro que me entienden pero me haré fama de raro. O de futurista,
que es bastante peor que ser arcaico. Porque cualquiera sabe, oh queridos
lectores, que es más fácil predecir el pasado que predecir el futuro. Y si de
pronto uno viene a decir que una palabra que conocemos de hace quinientos años
es más avanzada que otra que también conocemos hace quinientos años, sin temor
a equivocarnos entramos en una especie de demostración por el absurdo, como que
las paralelas se tocan en un punto y sólo en uno. Cuestión que habría que
preguntarles a las paralelas qué tanto saben de tocarse, para sentir que
siempre estarán cerca y que solamente se cruzan en un punto. Porque al final,
si lo que las distingue es que tienen todos los puntos en común o bien ninguno,
es realmente absurdo que alguna vez tengan solamente un punto por donde
cruzarse. Y en ese cruzarse deben acontecer acontecimientos jamás acontecidos y
que acaso no salgan en los diarios o en la televé, dado que estos están muy
preocupados en pelearse con el gobierno o bien en mostrar lo que cualquier
persona ocultaría.
Haciendo bien las cuentas, las vidas paralelas
conservan cierta semejanza con las rectas paralelas. Como un paralelismo,
podríamos decir, oh lectores queridos. ¿Es posible pensar en dos cosas al mismo
tiempo? La mente siempre se va por las ramas; en verdad, lo más difícil es
pensar en UNA SOLA COSA POR VEZ. Y el pensamiento sobre el pensamiento puede
extrapolarse a la vida. ¿Es posible vivir SOLO UNA VIDA? ¿O creer que tantas
circunstancias disímiles son aspectos de una misma vida?
Casi
puede decirse que es una fantasía creer que tu vida es una sola. ¿Acaso no sos
otro en el trabajo, en tu casa, en la facultad, en la cancha, en la cama, en
una fiesta? Por más que tu cuerpo sea el
mismo en esos lugares, los ASPECTOS de tu vida son OTRAS VIDAS. Y aún más
cuando estás en otros brazos, entre otros labios, que se mueven diferente, que
te buscan y se alejan y te muerden despacito.
O
cuando recordás tu vida hace unos años. Lo que normalmente se consideran
ETAPAS, ¿no pueden, también, llamarse VIDAS? Mirálo así: tenías otro empleo,
otra casa, otros amigos, tomabas otros colectivos, salías todas las noches,
tenías otras chicas. Tu vida no es ahora diferente: ES OTRA. Por más que haya
personas que crean ser las mismas, sutilmente, poco a poco, sus vidas han
cambiado para convertirse en OTRAS.
Vos,
que podés pensar, sabés que vas a seguir mutando, a tener nuevas vidas. Que lo
que se llama experiencia, no te sirve ahora. Porque ya sos otro, aunque
insistas y no quieras darte cuenta.
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