Cuando John y Yoko armaron su campaña en favor de la paz, llenaron el mundo de soñadores con la hermosísima canción "Imagine".
Esos tiempos de pensar utopías parecen haber terminado para siempre. Al aumento de la diferencia entre los más ricos y los más pobres, las personas que mueren de hambre cuando se producen más "alimentos" (en realidad, "commodities") que nunca, a los desastres naturales provocados por la humanidad y su progreso infinito, hoy tenemos un nuevo conflicto armado en el que parece ser que nadie es responsable. O tal vez lo son los zares y los bolcheviques de hace más de cien años, pero que todavía tienen su poder, pensamos.
¿Y cuál es la primera consecuencia de los conflictos bélicos? ¡Suben los precios! Carajo con el mercantilismo y sus siempre oportunas reacciones al alza ante el primer sacudón de algo.
Así como sube el petróleo, el tomate y los escarbadientes. Cualquier bondi los deja bien a los incrementadores seriales.
¿Veremos alguna vez un titular del tipo
"Sube el valor nominal internacional del salario de los trabajadores por el conflicto de Rusia y Ucrania"?
I'm afraid not.
Fernando
Febrero, MMXXII
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