En su artículo Coronavirus en Italia: ¿Por qué es el país máscontaminado de Europa?, Julio Argañaraz hace un análisis de cómo es que llega
Italia a ser el país más golpeado por la reciente pandemia. Dice:
El secreto es que en los últimos diez años el castigo sufrido por el Sistema Sanitario Nacional, supera los 37 mil millones de euros, sustraídos por reiterados anuncios de ahorros de los gobiernos que se sucedieron. En el mismo lapso se han perdido 42.800 operadores de todos los niveles y el nivel de camas ha bajado de 3,9 al 3,2, contra una media europea que bajó en la misma década de 5,7 a 5.
No es intención de este blog analizar políticas de gobiernos
extranjeros, sino simplemente buscar información y luego contrastarla con lo
que nos pasa, por eso es Cosas que pasan. Estamos acá gracias a la tecnología y
a una empresa que nos permite publicar gratuitamente. Sin embargo, creemos que
este mundo excesivamente centrado en la ganancia debe cambiar. Busque el lector
desprevenido un hilo conductos para algunas de las entradas del blog y verá que
este es un tema recurrente.
Por razones que no vienen al caso, en estos días estoy
visitando a diario a una persona que está en coma farmacológico. Los médicos
nos dicen que le hablemos, porque seguramente algo recibe. Entre otros muchos
relojes y tubos y catéteres, hay unas pantallas que marcan distintos valores
que no comprendo, salvo el de la temperatura. Busqué en internet la marca del
aparato, y encontré la siguiente información:
Traducido:
El entorno sanitario actual, cada vez más integrado, impone más exigencias al proveedor de anestesia. Además, la interacción entre el lugar de trabajo de la anestesia y el resto del hospital es cada vez más compleja. La máquina de anestesia Apolo puede simplificar esta complejidad. Con un mayor énfasis en la reducción de costos en el cuidado de la salud, nuestras soluciones de anestesia le ayudan a reducir los costos de operación y maximizar el reembolso.Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator
Esta información la encontramos en la página web del aparato
en cuestión. Y vemos que de un total de setenta y seis palabras (en la versión
en castellano) cuatro hablan de los costos y las ganancias, y ninguna habla de
los pacientes. El párrafo final se explica por sí solo: “… mayor énfasis en la
reducción costos en el cuidado de la salud… “ Si usted, lector desprevenido,
objeta que ahí se habla de la salud, permítanos discrepar. Lo que ahí dice
textualmente es que el énfasis se pone en la reducción de costos del cuidado de
la salud. No dice énfasis en el mejor cuidado de la salud. Y, como se va a
decir a continuación: “…nuestras
soluciones de anestesia le ayudan a reducir los costos de operación y maximizar
el reembolso.”
Es muy claro, entonces, que la así llamada “medicina privada”,
traducida en términos concretos en lo que nosotros dimos en llamar “prepagas” se preocupan solamente por
la salud de sus finanzas. Eso, querido lector desprevenido, es lo que hace el
neoliberalismo: buscar ganancias. Punto. Nada más. La salud no importa, como
tantas otras cosas.
¡Ganancia! (que, en idioma neoliberal, equivale a ¡Salud!)
fernando berton
marzo, MMXX
No hay comentarios:
Publicar un comentario