Imagen tomada del documental AMY - en Netflix |
Está disponible en la plataforma Netfilx
el documental -candidato a los premios Oscar 2016 en su categoría- Amy, dirigido por el británico Asif
Kapadia.
Esta película tiene la virtud de mostrar
en detalle la vida y obra de la cantante Amy Winehouse, y no emitir nunca
juicios de valor. En efecto, gracias a la enorme edición de este filme,
prácticamente se puede creer que es la propia cantante la que va recordando su
historia. Incluso cuando ella misma cuenta, en sus comienzos, que no quiere
llegar a la fama porque se volvería loca.
Destaco el hecho de que se pueda ver al
propio padre de Amy evitar que ella se someta a tratamientos para abandonar el
consumo de drogas.
Pero fundamentalmente, lo que esta
película nos muestra es un alma en carne viva. Amy hizo de su vida su carrera;
esto es, que lo que cantaba era exactamente lo que le estaba pasando (ejemplos
palmarios: sus temas "Back to black" y "Rehab"). Esta chica
estuvo viviendo buena parte de su corta vida arriba de un escenario, sufriendo
con su voz extraña y perfectamente moldeada a cantar su pena todo lo que le iba
pasando lejos del escenario.
Es un ejemplo más de la crueldad de un
sistema al que no le importa nada la salud de los músicos. Recordemos la escena
del tema "Comfortably Numb" de la película de Alan Parker The Wall, basada en el homónimo
disco de los también británicos Pink Floyd. Amy, con su pequeña estatura y su
cuerpo frágil consumido por los excesos, va como puede a los recitales. Hasta
que ya no puede. Es conmovedora la escena casi al final cuando no puede cantar
en un concierto en Belgrado.
Esta es, en definitiva, la vida de muchos
músicos, sí; pero también, y acaso más alarmante, de la de muchas personas que
a diario deben consumir cosas -tal vez no tan terribles como el crack o la
heroína- para levantarse, para dormirse, para adelgazar, para ganar peso, para
estar felices, para bailar toda la noche, para, en síntesis, hacerse cargo de sus
lastimosas vidas en empleos oscuros por unos miserables dineros.
Fernando Berton
Febrero 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario