Es domingo, de una primavera ciclotímica que tanto se disfraza de verano tórrido como de invierno feroz o de otoño melancólico, como ese jacarandá que apenas tiene unas hojitas aquí y allá. Es treinta, una fecha que invita al recuerdo. Recuerdo que hace tiempo era festivo, y hoy es tristón. Por la ausencia que permanece inquebrantable, en un silencio tenaz.
Las ganas de salir de la cama se disuelven en esa lluvia fina que alcanza a divisarse desde la oscuridad del dormitorio. ¿Para qué levantarse? Es domingo y es treinta y habrá que recordar. Mejor leer un rato. Ya habrá tiempo de preparar un mate, disfrutar del silencio del domingo a la mañana, esta vez más quieto que otras, acaso por la lluvia, acaso por la primavera que no se decide, que se prueba todos los trajes que tiene guardados en el ropero, tal vez para no provocar a la tristeza, que de cualquier modo se las ingenia para aparecer a cada momento.
Hoy es treinta. Habría que celebrar.
Fernando
Octubre, MMXXII
No hay comentarios:
Publicar un comentario