Es de noche y hace frío. Sacás la mano por la ventanilla, con la estúpida creencia de que el olor del cigarrillo no va a quedar dentro del auto. La música suena fuerte, pero no te das cuenta. Es más, pensás que los que te miran con el ceño fruncido son medio boludos. ¿Qué les pasa?
El semáforo no cambia. Sigue ahí, rojo. El parlante sigue golpeando su punch, punch, pu punch.
Pronto saldrás de ahí. Mientras tanto, el tabaco se sigue quemando. Tus pulmones se siguen lastimando. Vos pensás que no pasa nada, que no hay daño, que mañana o pasado todo va a terminar, que es una cuestión de días.
Verde.
Pero no podrás pasar, porque han bajado la barrera. Tenés que esperar a que pase el tren.
Un tren de carga.
Largo. Como un año.
Pasa, lenta, la locomotora. Escuchás los pistones en su orden de explosión: 1-5-3-6-2-4
Pasan luego los vagones. Y el ruido de la locomotora se va atenuando. Solamente escuchás el golpe de los dollys en la junta de los rieles. Tac-tac ---- tac-tac. Entre cada golpe hay un silencio de negra. En el tren de pasajeros, pensás, hay un silencio de corchea: tac-tac--tac-tac. Y no hay ruido de locomotora, porque es eléctrico.
El tren de cargas pasa, al fin. Levantan la barrera, y pasás. Pero no en el momento justo. El tren de pasajeros no te dio tiempo a nada
.
bertonagostofernandommxvi
El semáforo no cambia. Sigue ahí, rojo. El parlante sigue golpeando su punch, punch, pu punch.
Pronto saldrás de ahí. Mientras tanto, el tabaco se sigue quemando. Tus pulmones se siguen lastimando. Vos pensás que no pasa nada, que no hay daño, que mañana o pasado todo va a terminar, que es una cuestión de días.
Verde.
Pero no podrás pasar, porque han bajado la barrera. Tenés que esperar a que pase el tren.
Un tren de carga.
Largo. Como un año.
Pasa, lenta, la locomotora. Escuchás los pistones en su orden de explosión: 1-5-3-6-2-4
Pasan luego los vagones. Y el ruido de la locomotora se va atenuando. Solamente escuchás el golpe de los dollys en la junta de los rieles. Tac-tac ---- tac-tac. Entre cada golpe hay un silencio de negra. En el tren de pasajeros, pensás, hay un silencio de corchea: tac-tac--tac-tac. Y no hay ruido de locomotora, porque es eléctrico.
El tren de cargas pasa, al fin. Levantan la barrera, y pasás. Pero no en el momento justo. El tren de pasajeros no te dio tiempo a nada
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