La película tiene un final intrépido: no se sabe muy bien si es feliz o infeliz. El tipo hace lo que tiene que hacer, y en cierta forma eso es un final feliz.
Pero para hacer lo que tiene que hacer, debe destruir parte de su vida. Digamos que casi toda.
Se da cuenta, en un nanosegundo, de que nada de lo que ha hecho tendrá sentido de ahí en adelante.
(La música de los títulos es en tono menor, lo que hace suponer qué final pensó el director)
Pero para hacer lo que tiene que hacer, debe destruir parte de su vida. Digamos que casi toda.
Se da cuenta, en un nanosegundo, de que nada de lo que ha hecho tendrá sentido de ahí en adelante.
(La música de los títulos es en tono menor, lo que hace suponer qué final pensó el director)
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