El edificio resultó ser el Ministerio de Economía y Planificación, en Av. Paseo Colón 189. Y que no está entre las dos torres de la Aduana, como decía en un artículo anterior (Puntos de Vista II), sino que está como 200 metros hacia el Norte.
En verdad, es un modo sencillo de mostrar cómo, según donde uno se pare, las cosas pueden ser unas u otras, sin dejar de ser, en esencia, ellas mismas. Esto es lo que comúnmente decimos "cada uno habla de la feria según cómo le fue en la feria".
Es el vacío medio lleno.
Es, también, una manera de presentar las cosas. Eso que llamamos "realidad" es, ni más menos, una construcción discursiva. Un, por otro lado, recorte que hacemos para encajar o desencajar. ¿Podemos estar mejor o peor según la construcción discursiva que hagamos de la realidad? No sé si todo el tiempo, pero creo que sí.
¿Corremos el riesgo de perder totalmente la perspectiva de los otros? Tampoco estoy del todo seguro, pero creo que también. Y en esa pérdida de la perspectiva del otro podemos perderlo todo; el respeto, la convivencia, los proyectos.
Y es así cómo, en general, sobrevienen las tensiones, las insensateces a las que asistimos diariamente al leer y escuchar las noticias, que se repiten hasta el hartazgo por la televisión.
Es así cómo, también, los poderes se alienan y dejan de ver, acaso en un ataque de tozudez, el riesgo que implica salir de la percepción, de la perspectiva de los otros.
No es que se deba hacer todo el tiempo lo que los otros quieren, sino tener en cuenta la existencia de estos otros, de los que están a favor, pero más que nada los que están en contra.
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Al final una ampliación de las torres, en la que se ve claramente que los edificios están bastante separados. Y donde se ve claramente, también, que a veces, caminando un poco más, (en este caso no más de 100 metros), esta visión cambia por completo.
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